Aumenta la división en Bolivia entre partidarios y contrarios a Evo Morales. En medio de denuncias de fraude electoral, las dos partes esperan el informe de los observadores internacionales. Mientras, la tensión aumenta. El líder de la oposición ha tenido que ser escoltado para evitar nuevos disturbios.
Armados con palos, los partidarios de Evo Morales toman el aeropuerto internacional de La Paz. Van directos a por el líder opositor que exige la renuncia de Evo Morales por supuesto fraude electoral.
En la puerta de embarque un militar les frena, asegurando que el opositor Luis Fernando Camacho ya no está, pero no logra apaciguar los ánimos.
Camacho, líder del Comité Cívico por Santa Cruz, tuvo que ser escoltado por la policía. Y este miércoles volverá a La Paz porque la derecha boliviana no se rinde. A gritos también de noche. Están convencidos de que el cambio a favor de Evo tras un parón de 24 horas en el recuento de votos fue un fraude mayúsculo.
El presidente reelegido por un cuarto mandato se defiende. La oposición está cerrando oficinas del Gobierno, mientras Bolivia, dividida, espera el resultado de una auditoría del polémico recuento de papeletas.