El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha rechazado nuevamente el ataque al Capitolio llevado a cabo por sus partidarios el 6 de enero, al tiempo que ha sostenido que la "violencia política nunca debe ser tolerada".
En un vídeo de despedida que ha publicado la Casa Blanca durante las últimas horas de Presidencia de Trump, el mandatario asegura que "todos los estadounidenses estaban horrorizados por el asalto al Capitolio" y que la "violencia constituye un ataque contra lo que valoramos como estadounidenses".
No obstante, el magnate neoyorquino ha trasladado que el "movimiento" que le eligió como presidente de la nación norteamericana "sólo acaba de empezar".
Trump, que también ha defendido su labor al frente de la Administración estadounidense, ha asegurado que "reza" porque el Ejecutivo de Joe Biden tenga "éxito" para "mantener a Estados Unidos segura y próspera".
El presidente estadounidense no reconoció la victoria de Biden en las elecciones hasta después del incidente del Capitolio, que tuvo lugar cuando el Congreso certificaba la victoria del demócrata en los comicios. Biden asumirá la Presidencia de la nación norteamericana este miércoles, bajo fuertes medidas de seguridad.
"Me enfrenté a las batallas más duras, a las peleas más difíciles, a las elecciones más difíciles, porque es para lo que me elegisteis", ha continuado, subrayando que la agenda de la Administración Trump "no era de izquierda o de derecha, no era republicana o demócrata, sino sobre el bien de una nación".
Mientras más de 25.000 militares custodian Washington para garantizar la seguridad en la toma de posesión de Joe Biden, la todavía primera dama, Melania Trump ha lanzado un mensaje de reconciliación, muy distinto del tono del mandato de su marido, que ha gobernado a golpe de violentos ataques verbales e insultos a sus rivales políticos.
Trump, ha dicho adiós este lunes al cargo y a la Casa Blanca con un mensaje en el que ha apelado a la bondad del pueblo estadounidense, a quien ha pedido que se comporte como "una familia nacional" ante los próximos desafíos que encara el país.
"Hay que centrarse en lo que nos une para elevarnos por encima de lo que nos divide. Elegir siempre el amor sobre el odio, la paz sobre la violencia y a los demás antes que a uno mismo", ha expresado en un discurso en el que ha enfatizado "el honor" que ha supuesto para ella ostentar el cargo de primera dama.
"Juntos, como una familia nacional, podemos continuar siendo la luz de la esperanza para las generaciones futuras y continuar el legado de Estados Unidos de elevar a nuestra nación a mayores alturas, a través de nuestro espíritu de valentía, bondad y fe", ha dicho.
La primera dama, quien ha calificado como "inolvidables" los cuatro año de su marido, el presidente, Donald Trump, al frente de la Casa Blanca, ha pedido a los estadounidenses que "sean apasionados en todo lo que hagan", pero que no se amparen para ello en la violencia.