El Titanic vuelve a surcar las algunas. La legendaria embarcación, que fue el escenario de una de las historias de amor más emblemáticas del cine, volverá a unir la ciudad inglesa de Southampton con Nueva York.
Es la iniciativa del multimillonario autraliano Clive Palmer, quien ya tras varios años con la idea en la cabeza, parece que será, definitivamente, en 2022 cuando el Titanic II vea la luz. Se trata de una réplica exacta, que, aunque estará dotado de la última tecnología, emulará la embarcación original, la de 1912. Eso sí, con botes salvavidas para todos.
Tendrá capacidad para 2.400 personas, divididas en tres clases, y hasta 900 miembros de la tripulación. La distinción de estatus social se verá reflejada, sobre todo, en los camarotes. Mientras que lo de tercera clase solo incluirán una litera, para que los pasajeros se sientan como Jack, los de segunda contarán con un tocador y un sofá y lo de primera serán suites a todo lujo, como el que disfrutaba Rose.
Por supuesto, no faltará la mítica escalera del reloj o el restaurante en el que Jack conocería a la mordaz Molly Brown (interpretada por Kathy Bates). También habrá un gimnasio, con estilo de la época, que contará con máquinas de remo, equitación y otras disciplinas típicas, así como pista de frontón y squash, según informa ABC.
Además, para que los pasajeros sientan completamente que viajan en el auténtico Titanic, a su llegada al barco se les suministrará ropa al estilo de la moda de 1912.