Pánico en una clínica de Minnesota, en Estados Unidos. Un hombre ha irrumpido a tiros, sembrando el terror en el centro sanitario. El sospechoso es un paciente que estaba descontento con la atención médica recibida. Una persona ha muerto y cuatro han resultado heridas, tres de ellas en estado crítico
Era media mañana de un día normal en la clínica hasta que Gregory Ulrich ha sembrado el caos.
“Dos enfermeras vinieron y se metieron en mi coche, dicen que oyeron los disparos, por lo menos 11 en un minuto”, cuenta cuenta una testigo.
El paciente descontento empezó a disparar contra trabajadores y demás clientes con un arma de fuego.
"Envíen la primera ambulancia que puedan meter en el parking. Hay 4 o 5 heridos aquí dentro", dice el operario de los servicios de emergencias.
Un tiroteo que podría tratarse de una venganza. El hombre era paciente habitual del centro y según la policía, no estaba satisfecho con la atención que recibía.
“Creemos que tenía como objetivo la clínica o una persona concreta de este centro sanitario”, ha declarado el portavoz de la policía.
Gregory Ulrich, de 67 años, ya ha sido detenido. Consiguió herir a cinco personas. Una de ellas ha fallecido y tres se encuentran críticas.
Una tragedia que pudo ser aun peor. La policía encontró un paquete a la entrada del centro y artefactos explosivos en el hotel donde se alojaba, muy cerca de la clínica.