Los hechos se remontan a mediados de mayo. Una niña de 14 años se suicidaba cuatro días después de ser violada en grupo en un cementerio de Gante, mientras sus agresores grababan la escena. Las imágenes se colgaron en Internet, lo que se cree que fue el detonante del suicidio, según el padre de la adolescente, cuyo testimonio fue recogido por el diario flamenco Het Nieuwsblad. "Las imágenes fueron la gota que colmó el vaso para ella (...) todo su mundo se derrumbó".
"Conocíamos a la víctima: mi mujer le daba clases y, de vez en cuando, venía a casa", explica Dennis Dierick, el alcalde del pueblo, que ha aprovechado la ocasión para mostrar su rechazo hacia la violación y consecuente suicidio de la menor.
Cinco personas ya han sido detenidas y puestas a disposición judicial en Bélgica. La fiscalía de Gante (Flandes) ha confirmado la detención de dos adultos y tres menores, sospechosos de los hechos ocurridos poco antes de la muerte de la víctima.
Lo que no han querido aclarar las autoridades es si se había abierto una investigación por violación, atentado al pudor y toma y difusión de imágenes susceptibles de atentar contra la integridad, ante la indignación que han provocado los hechos en todo el país. Los dos adultos han ingresado en prisión y los tres menores han sido internados.
"Atroz. No hay palabras para esto", ha manifestado en twitter el ministro de Justicia, Vincent Van Quickenborne dejando claro que se castigaría a los autores, e invitó a todas las víctimas de violencia sexual a presentar una denuncia y buscar ayuda de profesionales especializados.
"Conocíamos a la víctima: mi mujer le daba clases y, de vez en cuando, venía a casa", explica Dennis Dierick, el alcalde del pueblo, que ha aprovechado la ocasión para mostrar su rechazo hacia la violación y consecuente suicidio de la menor.
La asociación Child Focus ha notado un aumento de ataques online a la integridad sexual de menores (mensajes de texto, difusión de imágenes no autorizadas, chantaje financiero, etc.).