El terrorista de Niza envió a su familia un selfie sonriente poco antes de atentar en la iglesia

  • Aouissaoui llevaba la misma ropa que vestía el día del ataque

  • Un día antes envió otro selfi frente a la basílica de Notre Dame

  • Amigos y vecinos no detectaron indicios de radicalización

Tan solo unas horas antes de perpetrar el atentado en una iglesia de Niza (Francia) que se cobró tres muertos, el atacante, Brahim Aouissaoui, de 21 años, envió a su familia y amigos en Túnez varios selfis. En uno de ellos posaba sonriente frente a un espejo en una tienda exhibiendo la ropa nueva que acababa de comprar.

En esa fotografía posa justo con el mismo conjunto de zapatillas, camiseta blanca, vaqueros rotos y chaqueta roja que vestía la mañana del pasado jueves, cuando mató con un arma blanca a tres personas en la basílica de Notre Dame de Niza, degollando a una de ellas.

"Compró ropa nueva y un teléfono móvil en Francia con el dinero que había ganado trabajando cosechando aceitunas en Italia. Estaba muy orgulloso de su ropa nueva y quería mostrarnos que lo estaba haciendo bien", cuenta su hermano mayor, Yassin, de 38 años, según medios británicos.

"Brahim dijo que quería ir a Europa a ganar dinero y comprarse un automóvil", contó Yassin, agregando que su hermano hizo muchas llamadas telefónicas la noche anterior al ataque. "Nos llamó a nosotros, a la familia y a sus amigos. Pasó horas al teléfono asegurándonos que todo estaba bien. Dijo que había conocido a un árabe que lo estaba ayudando a ponerse en pie en Francia", añadió.

Por otra parte, el canal Al Arabiya informó de que el terrorista también envió a la familia un selfi frente a la basílica un día antes del ataque. El tunecino acompañó la foto con un mensaje que decía que planeaba "dormir" en el templo, según 'Daily Mail'. Su madre Gamra, de 61 años, señaló que "Brahim empezó a rezar y a tomar su religión más en serio hace unos meses, pero no estaba en contacto con salafistas [extremistas islámicos]". Tampoco sus vecinos y amigos afirmaron haber visto indicios de que se radicalizara.

Seis sospechosos bajo custodia

La Policía antiterrorista francesa tiene a seis personas sospechosas bajo custodia para averiguar si ayudaron a Aouissaoui a cometer el atentado. Los investigadores creen que el terrorista pasó hasta dos días en la ciudad planeando su ataque.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, declaró que Aoussaoui vino a Francia para asesinar. "Solo había estado presente en el territorio nacional durante unas horas. Obviamente, vino aquí para matar. ¿De qué otra manera explicar que se armara con varios cuchillos después de que apenas llegara?".

El pasado 29 de octubre, tras pasar una media hora en el interior de la iglesia, el terrorista degolló a Nadine Devillers, de 60 años y mató al sacristán Vincent Loques, de 55. Simone Barreto Silva, de 44 años, logró huir tras ser apuñalada varias veces y se refugió en un restaurante cercano, donde murió a causa de la gravedad de sus heridas. Aoussaoui permanece en un hospital en estado crítico después de ser disparado 14 veces por las fuerzas especiales.