Se llama Simba y su padre, Mufasa. Podrían ser los protagonistas de una película, pero a veces la realidad resulta mucho más dura que la ficción. Mufasa ha muerto y su hijo es el primer cachorro de león nacido por inseminación artificial en el zoológico de Singapur, toda una primicia para este país.
El cachorro, nacido en octubre, está "sano y es curioso". Crece junto a su madre Kayla, pero no conoció a su padre, Musafa, un león africano que murió después de la inseminación.
Durante algún tiempo en el zoo habían intentado emparejarlo con las hembras, pero fue imposible. Tenía un comportamiento agresivo y no lograban que se aparease con ninguna de ellas.
Fue entonces cuando optaron por la inseminación artificial. Y ese fue el final para el león africano. No pudo soportar la descarga eléctrica y murió en camilla.
Un sacrificio involuntario para dar vida a su hijo Simba, la cara amable de esta historia. El pequeño juega y se divierte en su celda, ajeno a todo. Y sus cuidadores se deshacen en mimos.
El cachorro, que por el momento está junto a su madre lejos de los visitantes, ya ha comenzado a comer pequeños trozos de carne, además de tomar leche.
La población de leones salvajes disminuyó en más de 40% en las últimas dos décadas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, entre 23.000 y 39.000 leones siguen en libertad. Pero consideran que la especie es "vulnerable".