Continúa la escalada en el conflicto entre Israel y Palestina. Misiles israelíes caían anoche sobre un campamento de refugiados y hoy las bombas han destrozado un edificio que albergaba varias agencias de noticias internacionales. Del otro lado, un ataque palestino, con ráfagas de proyectiles ha afectado a los alrededores de Tel Aviv.
Tras 2 800 proyectiles contra Israel y más de 600 ataques israelíes en la Franja de Gaza, las partes encaran una noche que será de plena escalada. Por una parte, Israel avisa que seguirá atacando objetivos, infraestructuras y casas del grupo islamista Hamas. Por otro lado, Hamas avisa que en dos horas lanzará proyectiles contra Tel Aviv. Sin lugar a dudas, la tensión aumenta mientras que la presión internacional también se suma para conseguir una tregua.
Tras un aviso de desalojo exprés, la aviación israelí echaba abajo este edificio residencial de 12 plantas en Gaza. El complejo albergaba además las oficinas de varios medios internacionales, como Al Jazzera y las agencia AP y FrancePress. Poco antes de que se consumara el derribo anunciado, los periodistas evacuados pedían tiempo para recuperar sus equipos en vano.
Israel justifica la destrucción de la torre en que Hamás usaba alguna oficina para guardar armas y explosivos. Aunque ésta ha sido su operación mas mediática de la jornada, no así la más sangrienta. Horas antes, uno de los misiles lanzados por el ejército israelí contra Gaza mataba a diez miembros de una familia, ocho de ellos niños. Entre las víctimas están la madre y cuatro hermanas del pequeño Omar, ahora en el hospital. Su padre, también superviviente, lamenta el destino de su esposa e hijas, asegurando que ni escondían armas ni no hubo para la familia aviso previo de ataque.
Como represalia, Hamás han lanzado una batería de cohetes contra varias ciudades de Israel. Algunos han caído sobre bloques de viviendas, matando a un hombre. Sin embargo, el balance de estos seis días de conflicto, es demoledor para los palestinos: 140 muertos, según fuentes médicas locales. Tras una madrugada infernal, en Gaza y en Israel se preparan para otra noche en vela.