Poco más de 500 metros cuadrados de plataforma abandonada, sobre dos enormes pilares de hormigón que la sujetan al fondo marino, componen el territorio soberano del Principado de Sealand, el que está considerado el país más pequeño del mundo. Pero sólo si aceptamos como país esta abandonada plataforma en el Mar del Norte, ya que su soberanía no ha sido reconocida a nivel internacional.
Pero esta falta de reconocimiento internacional no se debe a la falta de insistencia de sus ciudadanos, que no dejan de intentarlo desde que se auto-proclamaran independientes del Reino Unido (país al que pertenecen sus aguas) a mediados del siglo pasado.
La historia de Sealand comienza en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército Alemán amenazaba con atacar Inglaterra y se decidió construir una serie de defensas en mitad del mar. El ejército británico construyó una serie de plataformas llamadas los fuertes Maunsell, frente a los estuarios de los ríos Támesis y Mersey. Entre ellas estaba la plataforma conocida como el fuerte de H. M. Roughs, situada a diez kilómetros de la costa de Suffolk.
Tras la guerra la mayoría de las plataformas quedaron abandonados y algunas de ellas fueron desmontadas. Pero en todas aquellas que quedaron en pie comenzaron a surgir las famosa radios pirata que emitían música y programas de radio al margen de la ley y que acompañaron a una generación de jóvenes británicos en la década de los 50 y 60.
Fue en 1967 cuando un ex-miembro de la marina real británica, Patrick Roy Bates, llegó con su barco y acompañado de su mujer al fuerte H. M. Roughts y echó de allí a los miembros de una de estas radios piratas que se ecnontraban allí, con el objetivo de montar su propia emisora, 'Radio Essex'. Pero Bates desistió pronto de este objetivo y prefirió llevar a cabo un proyecto mucho más ambicioso: proclamar la pequeña plataforma como un estado independiente. Así, se proclamó Su Alteza Real Príncipe Roy I de Sealand.
Tras la proclamación de independencia del Principado de Sealand, la familia de Bates ha ido dando forma a todos los elementos necesarios para su estado: acuñaron su propia moneda, diseñaron la bandera, redactaron una Constitución, compusieron un himno y emitieron pasaportes para poder entrar en la nueva nación. También diseñaron su propio escudo, donde puede leerse "E mare libertas": "Libertad desde el mar".
En 1968 el hijo de Roy, Michael Bates, fue llevado a juicio por un incidente durante el cual se abrió fuego contra un buque de la Armada Británica en las inmediaciones de Sealand. Pero la corte, con sede en Chelmsford, Essex, declaró que debido a que el incidente ocurrió fuera de las aguas territoriales británicas, no tenía jurisdicción sobre el caso. Este incidente y esta resolución ha sido utilizada desde entonces por la familia Bates como un acto en el que Reino Unido reconocía su soberanía de facto.
Actualmente es Michael Bate, hijo de Patrick, el actual mandatario del país, que gobierna bajo el nombre de Michael I, en el que no suelen convivir más de cinco personas de manera habitual, pero que es muy popular en Internet y que cuenta con varios miles de 'ciudadanos'. De hecho, cualquier persona puede entrar en la página web oficial de Sealand y conseguir un título nobiliario que lo convierte en ciudadano del Principado por apenas 37 euros. Puedes ser nombrado lord, lady, barón o baronesa (o conde o condesa por algo más de 500 euros).
Sealand cuenta con unas redes sociales muy populares, tiene selección oficial de fútbol y suele mencionarse su caso para estudiar las implicaciones del derecho internacional aplicado a las aguas internacionales.