La cifra de infectados recuperados del coronavirus: hay 565 muertos y 1164 curados. Y todo gracias a los profesionales sanitarios, unos héroes que arriesgan su vida y llevan semanas sin ver a sus familias, lo más duro para ellos. Mientras tanto, dos cruceros mantienen la cuarentena por hasta 13 casos confirmados.
Luchan contra el coronavirus en primera línea. Son quienes cuidan a los pacientes y los tranquilizan pero detrás de cada traje de protección, de cada mascarilla, hay una persona como Fan Anzhi. “Soy enfermera y tengo la responsabilidad de proteger y cuidar a mis pacientes”, dice. Los trabajadores como ella son quienes recogen los deshechos y tratan a diario con los infectados. “Hay un riesgo muy alto de infección para nosotros”, señala.
Sabe que arriesgan su salud física y su vida privada por sanar a los pacientes. “Quiero hablar con mi hija, pero no tengo tiempo”, dice.
Un durísimo sacrificio, que los sanitarios olvidan cuando consiguen salvar una vida de las garras del coronavirus. “Creo que nuestros esfuerzos han valido la pena”, dice la enfermera.
La entrega de Fan y de miles de sanitarios ha permitido que ya se hayan recuperado más de un millar de personas.
No obstante, el resto de datos, los malos, siguen creciendo. Ya hay 565 muertos y más de 28.000 contagiados. Trece de ellos viajaban en dos cruceros, aislados en Hong Kong y Japón.
Eran unas vacaciones de lujo que se han convertido en cárcel para las más de 7.000 personas que están encerradas en sus camarotes, en cuarentena, a la espera de conocer los resultados de unos análisis que podría seguir incrementando el número de infectados.