Casi 1.400 personas han sido detenidas este martes en las principales ciudades de Rusia en las movilizaciones convocadas para protestar por la condena impuesta contra el opositor Alexei Navalni, según han informado activistas de Derechos Humanos.
Un tribunal de Moscú ha hecho efectiva este martes la pena de tres años y medio de cárcel dictada en 2014 contra Navalni, que fue detenido el 17 de enero al regresar desde Alemania, donde había estado convaleciente de un envenenamiento sufrido en agosto de 2020. Las autoridades alegaron entonces que el líder opositor había incumplido las medidas excepcionales que mantenían en suspenso una pena dictada en 2014 por acusaciones de fraude.
A Navalni, no obstante, solo le restarían por cumplir dos años y ocho meses, ya que se tendrían en cuenta los diez meses que pasó bajo arresto domiciliario.
El entorno del dirigente opositor ha llamado a la población a manifestarse inmediatamente contra el Gobierno. Ya durante la vista, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad a las puertas del tribunal que se saldaron con más de 300 detenidos, según TV Rain.
Este mismo medio de comunicación ha señalado que ya son más de mil los detenidos a lo largo de todo el país, mientras que la organización de Derechos Humanos OVD-Info ha asegurado que son 1.386 los arrestados, la mayoría de ellos en Moscú --1.116--.
La policía ha detenido a varios manifestantes al lado del Teatro Bolshoi, tras dispersarla con porras de goma, entre los que se cuentan una periodista del portal Istories y dos colegas suyos del medio The Bell, según han informado los propios medios.
A causa de las protestas, el centro de las principales ciudades rusas, Moscú y San Petersburgo, han sufrido cierres, y cuatro estaciones centrales de metro se han clausurado en la capital. Se han producido detenciones en la plaza Manezhnaya, frente al Kremlin, y en las calles adyacentes.
En consonancia con la respuesta que han venido dando las fuerzas de seguridad rusas en las últimas manifestaciones convocadas en el país, los manifestantes han sido duramente detenidos por agentes de la policía antidisturbios, que han golpeado a la gente con porras.
En San Petersburgo, además, se han utilizado pistolas paralizantes y se han instalado barreras en el centro de la ciudad. Los vídeos que circulan por redes sociales muestran a manifestantes siendo arrestados y llevados hasta autobuses policiales.