El opositor ruso, Alexei Navalny, ha sido el propio encargado de difundir la que es su primera fotografía después de haber pasado varios días en coma en un hospital en Alemania tras haber sido supuestamente envenenado durante un vuelo que partió el pasado 20 de agosto desde la ciudad siberiana de Tomsk y que hubo de hacer un aterrizaje de emergencia en Omsk.
“Hola, soy Navalni. Os echo de menos. Todavía no puedo hacer casi nada, pero ayer pude respirar por mí mismo durante todo el día", ha escrito en una publicación en Instagram en la que también se ha permitido ironizar al respecto, asegurando que respirar “sin ayuda externa” es un proceso “asombroso” y “subestimado por muchos”.
En la instantánea, en la que se le aprecia esbozando una leve sonrisa, aparece acompañado junto a su mujer y los sanitarios de la sala.
El opositor ruso ha estado conectado a la ventilación mecánica durante las últimas semanas desde que fuese ingresado en el hospital Charité de Berlín, una vez evacuado desde Rusia, donde tuvo que ser hospitalizado de urgencia.
Fue la pasada semana cuando despertó del coma inducido en el que se encontraba, y desde entonces, su estado de salud ha mejorado paulatinamente tras recuperarse de lo que Francia, Alemania y Suecia, tras realizar diversos test, han concluido que se trata de un envenenamiento con el agente nervioso Novichok, algo que desde el Kremlin niegan por activa y por pasiva mientras los distintos líderes europeos piden explicaciones al Gobierno ruso presidido por Vladimir Putin.
No obstante, y pese a todo, según Kira Yarmish, portavoz de Navalny, el opositor no se plantea otra cosa que regresar a su país cuanto antes en cuanto se recupere completamente del envenenamiento.
“No se ha estudiado nunca ninguna otra opción”, ha dicho en un mensaje remitido a Bloomberg, donde precisa no obstante que todavía no han discutido “los planes concretos”.