La invasión de Rusia en Ucrania se extiende ya 70 días. Desde que comenzase, el pasado 24 de febrero, los bombardeos de las tropas de Vladimir Putin no han cesado de matar civiles. Como este ocurrido en la región de Donetsk, al este de Ucrania.
Un autobús llegaba a una parada donde esperaban varios viajeros. Nada más detenerse cae un proyectil justo al lado y segundos después se produce una segunda explosión. Según las autoridades ucranianas, diez personas han muerto y otras 15 han resultado heridas.
Rusia continúa atacando sin piedad por toda Ucrania. Ayer, las tropas bombardearon un parque infantil, donde una mujer fue alcanzada por la metralla acabando con el cuerpo completamente agujerado ante el horror de su hija pequeña.
En Kiev, ya se contabilizan más de 1.200 cadáveres de civiles hallados en la zona tras la retirada de las fuerzas de Rusia, mientras que los últimos de Mariúpol, alrededor de 200 civiles ucranianos, entre los que hay niños, personas mayores, heridos y enfermos, siguen esperando un alto al fuego ruso para poder abandonar la acería en la que permanecen escondidos al borde de la inanición, sin alimentos ni medicinas.