Los bombardeos no cesan en Ucrania, ni siquiera de noche. Aunque los ataques con artillería y bombas se extienden a lo largo de todo el país, Rusia centra su ofensiva ahora en el este del país, con ataques indiscriminados contra civiles. Mientras tanto, quienes permanecen en la acería de Mariúpol, civiles y militares, advierten de que están al límite y de que podrían ser sus últimas horas.
Los ataques en Jarkov no han censado en las últimas horas, según informa desde Ucrania, Laura de Chiclana. Durante la noche se han escuchado varias explosiones.
Rusia ha trasladado el foco de la guerra al este del país, retirando sus tropas de la capital de Kiev. Los ataques con artillería y bombardeos no cesan a lo largo de toda Ucrania aunque sobre todo ponen su foco en la parte oriental.
El ministerio de defensa ucraniano asegura que las tropas de Rusia están bloqueando parcialmente la ciudad de Járkov, con ataques indiscriminados a los civiles.
Mientras tanto, en Mariúpol se viven momentos de agonía. Cientos de civiles y soldados permanecen atrapados en la acería de Mariúpol, desde donde un comandante del Ejército de Ucrania ha hecho un llamamiento a los líderes internacionales para extraditar a la gente a un tercer país.
"Este es nuestro llamamiento al mundo, puede ser nuestro último llamamiento. Puede que sólo nos queden unos días u horas. La agrupación enemiga es decenas de veces más grande que nosotros, tienen dominio en el aire, en la artillería, en los grupos que operan en tierra , equipos y tanques", ha denunciado el comandante, Sergei Volyna, de la 36 Brigada de Marines del Ejército de Ucrania en un vídeo publicado en redes sociales.
Dentro de la acería hay 500 heridos y decenas de civiles que se refugiaron allí hace tiempo porque conocían la seguridad de sus sótanos pero que ahora permanecen sin agua, ni comida, ni víveres y sin posibilidad de escapar.