El Ministerio de Defensa de Rusia ha decretado un alto al fuego en la acería Azovstal, situada en Mariúpol. Junto con Ucrania, ambos países lo habían negociado durante horas. El objetivo es sacar a los soldados ucranianos heridos, algunos de ellos con amputaciones de extremidades y otros con infecciones.
La agencia rusa 'TASS' ha anunciado que los heridos serán trasladados a la ciudad de Novoazovsk. Está ubicada en Donetsk, parte controlada por el ejército ruso. En el comunicado, se subraya que los afectados recibirán los tratamientos médicos necesarios para su recuperación.
La situación dentro de la siderúrgica es muy complicada. Los últimos militares leales a Ucrania permanecen atrincherados en una red de túneles. Los alimentos y las medicinas escasean, mientras la moral decae. La semana pasada solicitaron a la desesperada su evacuación inmediata. Se dirigieron al fundador y director ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk, y al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
El Ayuntamiento de Mariúpol ha criticado que Rusia ha empleado bombas de fósforo blanco en el asalto a Azovstal. Están prohibidas, de acuerdo con el derecho Internacional. "La temperatura de combustión es de 2.000 a 2.500 grados Celsius. Es casi imposible detener las quemaduras", según ha explicado el asesor de la alcaldía, Petro Andriushchenko.
El político también ha asegurado que los proyectiles contenían un mensaje pintado. Según sus palabras e imágenes publicadas en Telegram, los militares rusos han hecho referencia a Kalush Orchestra, vencedores de Eurovisión. El grupo ucraniano pidió ayuda al final de la gala para Mariúpol. "Tal y como pedisteis. Para Azovstal", es el mensaje de una bomba.