Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han comenzado con la gran ausencia del equipo de Rusia, que por un importante caso de dopaje, queda fuera de la competición olímpica en la que sólo algunos de sus atletas podrán participar bajo las siglas del Comité Olímpico Ruso, en inglés, ROC.
Fue en diciembre de 2020 cuando el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ratificó la sentencia que condena a la federación rusa por un caso de dopaje a gran escala con miles de atletas afectados. Aunque el país soviético no puede competir en los Juegos Olímpicos de Tokio, la organización ha permitido que algunos atletas lo hagan bajo otra bandera, otro himno y otros colores.
A medida que avanza la competición, es habitual que en el medallero de los Juegos Olímpicos siempre aparezcan los mismos nombres: Estados Unidos, China, Reino Unido, Australia...La edición de este año tiene la particularidad de que, por primera vez, falta el nombre de Rusia. En su lugar, aparecen las siglas ROC, Russian Olympic Comittee.
Tras la devastadora sentencia del TAS, la organización anunció que finalmente, los atletas rusos no implicados en casos de dopaje, podrían participar en los Juegos. En concreto son 335 los deportistas que, en esta ocasión, no podrán defender los colores de su país.
Después de este anunció, el equipo olímpico ruso se vio obligado a improvisar una bandera, una indumentaria y un himno. Para la bandera se eligió un fondo blanco sobre el que aparecen los aros olímpicos bajo unas llamas con los colores de la bandera de Rusia y una inscripción en ruso.
En cuanto a la canción escogida, los atletas rusos dejarán de escuchar el imponente himno federal para dar paso a una obra de Tchaikovsky, en concreto el concierto para piano número 1, una de las más conocidas del compositor ruso.