Río de Janeiro, la segunda ciudad con más habitantes de Brasil, ha decidido suspender las tradicionales fiestas de Nochevieja y Año Nuevo en las playas debido a la aparición de la variante ómicron. Las celebraciones navideñas han quedado paralizadas en todo el país a la espera de conocer el alcance de la nueva variante del coronavirus
El alcalde de Río, Eduardo Paes, ha confirmado el primer caso conocido dentro del país de esta nueva mutación del coronavirus. La cancelación de la Navidad en Copacabana supone un duro revés para el turismo, porque se trata de un espectáculo que atrae a miles de personas cada año.
Muchos comerciantes habían encargado ya todo tipo de suministros para las celebraciones, según recogen los medios locales, y ahora afrontan pérdidas importantes. Algunos aseguran que se trata de una decisión más que precipitada.
Otros ciudadanos, sin embargo, consideran la decisión un acierto viendo el aumento de positivos. Brasil no quiere volver a caer en la espiral de contagios que ha vivido en pandemia, y que se ha cobrado la vida de más de 600.000 personas.