El césped verde de los jardines y la vegetación exuberante podrían pasar a formar parte del pasado en el sur de California, en Estados Unidos, donde las autoridades alertan de la sequía y han activado ya restricciones en el suministro para combatir la escasez de agua.
Aunque el estado todavía conserva varios enclaves de abastecimiento que forman parte del llamado Proyecto Estatal del Agua, los niveles de los ríos y los lagos están en una situación alarmante.
Una sequía que se prevé afecte a cerca de seis millones de personas y a decenas de ciudades. Las restricciones comenzarán a ser efectivas el próximo 1 de junio.
"Tenemos que tomar acciones ahora, porque estamos ante una emergencia, es el momento ahora que todavía tenemos agua para el uso doméstico y para beber, es una crisis sin precedentes", asegura Adel Hagekhalil, principal gestor del MWD (Metropolitan Water District).