En Marruecos, los operarios que trabajaban en el rescate del pequeño Rayan han conseguido llegar hasta cadáver del niño. El cuerpo del menor ha sido extraído tras permanecer cinco días a un pozo de 32 metros de profundidad. Localizado con exactitud este mediodía, los equipos de rescate han llegado al lugar donde se encuentra el cuerpo sin vida.
En todo momento se le ha suministrado oxígeno en estos cinco días de angustia que han tenido en vilo a todo el país norteafricano y al resto del mundo. Sin embargo, el niño habría muerto por inanición al permanecer cinco días bajo la tierra. No obstante, habría que esperar a los informes de la autopsia para confirmar las causas de la muerte.
Medios como 'El Faro de Ceuta' apuntan a que "el niño fue sacado urgentemente del agujero perforado e ingresado en una ambulancia que aguardaba en el lugar en medio de un gran despliegue de seguridad".
Trabajando incansablemente para salvar al pequeño, que ha resistido varios días en las profundidades del pozo gracias a que le hicieron llegar oxígeno y agua con azúcar a través de un tubo, los rescatistas han culminado con éxito una operación que, especialmente en el tramo final, –el más crítico–, se ha encontrado con numerosas dificultades asociadas al terreno, pues la amenaza de los derrumbes hacía peligrar tanto la seguridad de los efectivos decididos a salvarle como la del propio niño.
De hecho, en las últimas horas, han logrado superar una roca que había en el camino y continuar las labores de perforación a mano y con maquinaria eléctrica ligera para garantizar la seguridad de los técnicos. Finalmente, la han reducido a escombro después de tres horas de trabajo, según informa la agencia de noticias marroquí MAP.
Tras haber hecho uso durante los días previos de cinco máquinas excavadoras para hacer una perforación vertical, paralela al pozo, –algo que inevitablemente en España ha recordado a la trágica muerte de Julen en Totalán, Málaga–, este viernes comenzaron finalmente un túnel horizontal destinado a acceder al punto donde se encontraba el pequeño.
En total, tres metros que separaban a los rescatistas del pequeño y que se han hecho muy largos. Solo queda sacarle del pozo, una operación que resulta inminente. Un helicóptero y una ambulancia esperan para atender de inmediato al niño.
Miembros de Protección Civil, ingenieros, topógrafos y otros expertos han participado en un rescate que mantiene en vilo a todos en la zona, que ha copado las portadas de los medios nacionales y que ha trascendido más allá de sus fronteras, donde también se ha hecho seguimiento del caso.