Reino Unido se ha convertido en el primer país en autorizar un experimento en el que se infectará a personas sanas con el covid-19. El objetivo de este estudio es conocer aún más en profundidad el coronavirus y acelerar el desarrollo de vacunas que puedan servir para frenar la pandemia.
Al frente de dicho estudio estará el programa 'Desafío humano', una asociación entre el Imperial College London, el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial (BEIS), hVIVO, una empresa clínica, y Royal Free London NHS Foundation Trust. La investigación, que pretende arrancar en un mes, infectará a 90 personas de entre 18 y 30 años que no hayan pasado la enfermedad y sin factores de riesgo añadidos.
A estos voluntarios se les tratará de exponer a la menor cantidad de dosis viral posible por vía nasal, para determinar cuál es esa cantidad, en algo que se conoce como 'estudio de caracterización del virus'. Esto se llevará a cabo en el Royal Free Hospital de Londres, donde tienen un área preparada para controlar la enfermedad. Los voluntarios serán monitorizados durante al menos un año.
El estudio encierra una polémica sobre si es ético o no infectar a personas sanas para profundizar en la investigación. "Nuestra prioridad número uno es la seguridad de los voluntarios. Mi equipo ha estado realizando de forma segura estudios de provocación en humanos con otros virus respiratorios durante más de 10 años", ha señalado el doctor Chris Chiu, del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial Collegue.
Chiu explica que estos estudios "pueden aumentar nuestra comprensión del covid-19 de forma única y acelerar el desarrollo de los muchos posibles nuevos tratamientos y vacunas". La investigación ha recibido el visto bueno por parte del comité de ética y espera tener resultados en mayo.
La variante del virus con la que se infectará inicialmente a los voluntarios, que están ahora siendo reclutados, será la que circula en Reino Unido desde marzo de 2020 y que se ha demostrado que es de bajo riesgo para adultos jóvenes sanos, se señala en la nota.
Los estudios donde se infecta a personas sanas -en lugar de esperar a que se contagien de forma natural, como se ha hecho hasta ahora en el desarrollo de las vacunas anticovid- se usan ya para la generación de vacunas y tratamientos contra enfermedades como la malaria, fiebre tifoidea, resfriado común o gripe.