La variante sudafricana del virus, más transmisible y que podría esquivar los anticuerpos, ya está en el Reino Unido. "Hay 77 casos aquí, todos vigilados muy de cerca. También hay nueve de la variante brasileña", afirma el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock. Un escenario ante el que el país no descarta blindar sus puertas de entrada, mientras en otros aumentan los controles.
Desde este domingo Francia pide PCR en todos los aeropuertos. Alemania va más allá con los viajeros procedentes de veinte países, entre ellos España, considerados de "alto riesgo". El control será doble: PCR realizada 48 horas antes, cuarentena de diez días y al quinto otra PCR.
Europa vive paralizada esta tercera ola. Ámsterdam, por ejemplo, es una ciudad fantasma tras la entrada en vigor del primer toque de queda nocturno desde la Segunda Guerra Mundial. Mientras parte de Brasil se levanta contra el negacionismo de su presidente, muchos hospitales han colapsado. "No hay oxígeno suficiente para la cantidad de pacientes ingresados en Manaos", afirma Renata Reis, directora adjunta de Médicos Sin Fronteras-Brasil.
Y en Hong Kong preocupan sus 10.000 casos, la mitad en los últimos dos meses, por lo que han confinado los barrios con mayor incidencia para hacer tests a todos sus habitantes.
Por otra parte, el ministro de Sanidad británico ha reconocido que "no hay certeza" sobre la mayor mortalidad de la cepa británica del coronavirus y contradice así al primer ministro británico, Boris Johnson, quien dio a entender que podría ser más letal.
"Los científicos piensan que puede ser más mortal. Han realizado varias estimaciones" y ha reconocido el "riesgo de comunicar" en relación con la decisión de Johnson de plantear esta información. "No hay certeza. Así es la ciencia", ha apuntado Hancock en una entrevista con Sky News.
"La gran mayoría de la población lo comprende (...). Existe el riesgo de que la nueva variante sea más mortal. Sabemos que es más contagiosa", ha añadido. Además, ha defendido la continuidad del confinamiento impuesto por zonas por que los números están "muy, muy, muy lejos" de bajar los suficiente para pensar en el levantamiento de las restricciones.
Además, Hancock ha informado de que ya han recibido la primera dosis de la vacuna tres cuartas partes de las personas de más de 80 años. Hasta el sábado se habían administrado 5,9 millones de dosis de vacunas y el objetivo es que estén vacunadas 15 millones de personas para mediados de febrero.
La polémica se debe a que el Gobierno pretende suministrar la primera dosis de la vacuna a cuanta más personas mejor y por eso ha ampliado a doce semanas el plazo para la segunda dosis. Sin embargo, la farmacéutica Pfizer recomienda un plazo de tres semanas para la segunda dosis de su vacuna.
El Ministerio de Sanidad británico informó el sábado de 33.500 casos de coronavirus adicionales y 1.350 fallecimientos más derivados de esta enfermedad, asociada al virus SARS-COV-2, en lo que supone un marcado descenso de los casos desde la víspera (unos 40.000 el viernes), pero estabilidad en lo que a decesos se refiere, frente a los 1.400 del balance anterior.
En concreto, las autoridades sanitarias tienen registrados 3.617.459 positivos, 33.552 más que el viernes, mientras que la cifra de víctimas mortales ha aumentado con 1.348 fallecidos más, hasta un total de 97.329 desde el inicio de la pandemia. Unos 37.899 enfermos están ingresados en hospitales, 4.079 de ellos conectados a un respirador.
Reino Unido ha endurecido sus medidas en las últimas semanas ante el aumento exponencial de los contagios, que ha elevado la cifra de casos y la de ingresados a niveles sin precedentes. Sin embargo, ya se estarían notando los efectos del confinamiento y la tasa de reproducción del virus oscila entre el 0,8 y el 1, según los asesores del Ejecutivo de Boris Johnson.