La segunda jornada de voto se salda de nuevo con una fumata negra en Italia para elegir Presidente de la República. Hay nervios y los acuerdos para elegir al sustituto de Mattarella se apresuran. A partir del jueves, con la cuarta votación y la rebaja de números necesarios para la mayoría, los candidatos tendrán una dimensión real.
La votación de este martes se cerraba sobre las 18:30 de la tarde con la posterior lectura de Roberto Fico de las papeletas, tal y como manda rigurosamente el protocolo. La tendencia era muy similar a la de ayer, los acuerdos de los partidos aún no ven un objetivo conjunto y la estrategia dentro de Montecitorio, donde se vota, es la de ganar tiempo. Una vez más han sido 527 schede bianche -votos en blanco-.
Acompañando a la imagen de la votación, retransmitida por todas las televisiones durante la tarde, hay otras estampas protagonistas de estas jornadas históricas que se repiten cada siete años. Afuera, a unos pasos de la entrada que da acceso a los 1009 votantes, se encuentra el bar Giolitti, heladería histórica de la capital que, por su ubicación, a escasos 20 metros de lo zona cero de la política de este país, ha escuchado conversaciones y visto pasar grandes cargos de forma histórica.
Allí se dan cita los periodistas con sus fuentes políticas, allí meriendan los parlamentarios tras su voto, discuten, filtran informaciones y esperan a que Italia encuentre la via di uscita -la salida- para desbloquear esta situación. Es un punto neurálgico en el que al final todos, antes o después, pasan a tomar un helado, incluso los trajeados, que se intercalan con los turistas que nunca cesan en una ciudad como Roma.
A unos pocos metros, dando la vuelta a la manzana, se encuentra el aparcamiento destinado a la votación de los “grandes electores” contagiados por COVID, en la parte trasera de Montecitorio. Se ha requerido una norma hecha ad hoc para garantizar legalmente el voto a aquellos que, por motivos de salud, deberían cumplir una cuarentena. En la jornada del martes fueron 16 los parlamentarios que votaron de esta forma, entrando en ambulancia o con su coche privado, lo hacían dentro del propio vehículo y, tras haber ejercido su derecho, el staff recogía en una bolsa el voto y lo introducían en la ensaladera -la urna utilizada en esta ocasión- que, posteriormente, volvía a ser introducida en la Cámara.
Ha sido este martes la jornada también de las apuestas por parte del bloque de centro derecha. En una rueda de prensa, posterior a la reunión de la coalición de Salvini, Berlusconi y Meloni, se han dado tres nombres: Letizia Moratti, ex-alcaldesa de Milán de Forza Italia, Marcello Pera, conocido intelectual de derecha y ex presidente del Senado, y Carlo Nordio, ex magistrado. Los expertos advierten que muchos de los candidatos que se repiten en estas primeras votaciones están condenados a quedarse “quemados” y se usan precisamente para eso, para distraer la atención de las verdaderas negociaciones. Los nombres de los que se habla, pero no están en el centro del debate, en esta contra lógica tan particular podrían tener más posibilidades.
Tras estos tres nombres propuestos por el centro derecha y protagonistas de la jornada, el líder el Partido Democrático, Enrico Letta, comunicaba su intención de valorar “sin prejuicios”. Posteriormente, tras un encuentro con el líder de M5S, Giuseppe Conte y con el ministro Speranza, declaran conjuntamente que no piensan que ninguna de estas tres opciones pueda alcanzar el gran consenso necesario y que una propuesta de izquierda, hasta ahora inexistente, podría llegar en las próximas horas.
La llamada rosa de los partidos corresponde a las propuestas y nombres que barajan y, hasta el momento, el conjunto de izquierdas de la Cámara, que suma 413 votos, y no podría ganar los 505 necesarios a partir del jueves en solitario, no ha dado nombres claros de la suya. Inquietaba a los periodistas italianos que seguían desde fuera de Montecitorio el paso de las horas el hecho de que no circulase ninguna opción concreta de izquierda. La jornada del miércoles se antoja fundamental para descubrir la maniobra en la que trabajan. A la salida Letta expresaba la urgencia de una solución para el país a la prensa.
El primer ministro Mario Draghi continúa siendo un nombre fundamental en estas negociaciones, que el lunes se inclinaban a su favor, pero los obstáculos a esta hora son aún muchos. La crisis de Ucrania y el COVID apuntan a la necesidad de una solución lo antes posible, pero llevar a Draghi a la Presidencia exige muchos acuerdos y de diverso alcance. Además, se ha generado una especie de desconfianza entre los votantes, apuntarían algunas fuentes, ante los movimientos referidos el lunes del propio primer ministro Draghi, que se decidió a hablar con las fuerzas políticas, en un gesto único, abriendo las posibilidades a su paso al Quirinal. Inesperado por el rol técnico que hasta ahora había mantenido y por la sobriedad de su comportamiento.
Como había predecido la prensa italiana en la votación del martes, Sergio Mattarella, el actual Presidente, ha recibido 39 votos, en una estrategia de presión a los líderes que advierten con este voto simbólico que sin acuerdos la única opción sería “rogar” a Mattarella un bis, a pesar de sus diversas declaraciones públicas en las que expresaba que él no era un candidato factible porque había dado por terminado su trabajo por el país. Ante el tercer día las jornadas intensas de acuerdos continúan a contratiempo para buscar un nuevo Presidente de la República para Italia.