La Fiscalía del Tribunal Supremo cree que el Rey Emérito, Juan Carlos I, era un ‘comisionista internacional’, ya que ve indicios de que su fortuna proviene de “comisiones y otras prestaciones de similar carácter en virtud de su intermediación en negocios empresariales internacionales”, según publica hoy el diario El Mundo.
Este diario ha tenido acceso a la comisión rogatoria librada por el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Juan Ignacio Campos, a las autoridades suizas, que, entre otras cosas, mantienen abierta una investigación sobre la fundación Zagatka, fundada en 2003 por Álvaro de Orleans-Borbón, primo lejano de Juan Carlos I, quien le sufragó gastos de vuelos privados.
En este sentido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido este viernes que se deje a la Fiscalía actuar para que "llegue hasta el final" sobre la investigación que afecta al Rey Juan Carlos, ante lo que ha calificado como "noticias preocupantes" debido a la comisión rogatoria que apunta a su papel como presunto comisionista internacional.
En una rueda de prensa desde la Dirección General de Tráfico, Grande-Marlaska ha reconocido que les "hubiera gustado no recibir" este tipo de informaciones sobre el padre del Rey Felipe VI, subrayando que en una democracia como la española "todo debe ser investigado". "Dejemos que la Fiscalía actúe y tome las medidas oportunas", ha comentado en respuesta a la prensa, para luego insistir en que es la Fiscalía la que "dirige la investigación" y, por tanto, hay que "esperar a que llegue hasta el final para esclarecer los hechos".
Un comisionista internacional es un intermediario que concluye operaciones de comercio exterior para empresas exportadoras que realizan ventas en mercados exteriores. Un comisionista ofrece los productos a potenciales clientes en un determinado país, de acuerdo a las cláusulas y condiciones de venta que el principal le haya indicado.
La remuneración del comisionista se obtiene a través de una comisión que se fija como porcentaje sobre las ventas realizadas y efectivamente cobradas por sus clientes, al que se denomina ‘principal’. Entre el comisionista y el principal no existe relación laboral, únicamente mercantil, y se suele llevar a cabo a través de un Contrato de Comisión Mercantil Internacional.
Así, es habitual que ex políticos o ex diplomáticos se conviertan en comisionistas internacionales, una vez han dejado sus puestos públicos, aprovechando sus contactos con empresas internacionales y, sobre todo, con administraciones de diferentes países. Su conocimiento y contactos internacionales son muy apreciados por las grandes empresas que buscan cerrar negocios en distintos territorios.
Entre estos negocios internacionales de los que podía ser comisionista presuntamente el Rey emérito, hace un par de meses una información publicada en el diario Público apuntaba a la venta de armas. El pasado mes de julio varios grupos parlamentarios solicitaron crear una comisión de investigación sobre la supuesta "venta de armas de manera ilegal por parte de Juan Carlos I", desvelada por este diario, comisión que fue rechazada por los votos de PSOE, PP y Vox.
Según este periódico digital, Juan Carlos I habría reunido su fortuna con el dinero que obtenía por la venta de armas a países árabes junto a su amigo Manuel Prado y Colón de Carvajal y el traficante de armas Adnan Khashoggi.
La Fiscalía recuerda que tiene abiertas tres diligencias de investigación referidas al rey emérito: una por el cobro de 65 millones de euros por presuntas comisiones de las obras del tren de alta velocidad Medina-La Meca (Arabia Saudí), otra sobre si recibió donaciones no declaradas y una tercera respecto de si ocultó fondos en paraísos fiscales. La fiscalía investiga la posible comisión de delitos de "blanqueo de capitales, contra la Hacienda pública, cohecho y tráfico de influencias".
En el marco de esas diligencias, la Fiscalía ha remitido una comisión rogatoria a las autoridades judiciales suizas, cuya respuesta servirá para "confirmar o descartar esos indicios, o incluso abrir otras vías de investigación".
El rey Juan Carlos permanece desde hace un año Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) tras irse de España por sus presuntos negocios irregulares en el extranjero, que la Fiscalía del Tribunal Supremo sigue investigando por si pudo cometer algún delito, una vez que dejó de ser inviolable cuando abdicó en junio de 2014.