Sin sorpresas. Con 232 votos a favor y 196 en contra, la Cámara de Representantes ha aprobado la primera resolución para formalizar la investigación del proceso de juicio político contra el presidente de Estados Unidos.
Se trata de la primera votación del pleno de la Cámara desde que los demócratas anunciaran el proceso de destitución en septiembre. Y no han contado con ni un solo apoyo republicano.
La mayoría demócrata ha votado a favor de la resolución, que establece los próximos pasos a seguir en la investigación y abre la puerta a que las comparecencias de los testigos sean públicas a partir de ahora. Han contado con un voto más del congresista independiente Justin Amash, crítico del presidente que abandonó el partido republicano el pasado verano. Y dos demócratas han votado en contra, tal y como se esperaba, los congresistas Peterson (Minnesota) y Van Drew (Nueva Jersey).
La presidenta del Congreso, Nancy Pelosi, ha presidido la votación, algo que no suele ser habitual, para marcar la importancia de día histórico en Washington. Y ha votado a favor, algo que tampoco suele hacerse. Ha asegurado que es un día “triste“ para el país.
Los demócratas insisten en que no han tenido más remedio que emprender este proceso debido a la gravedad de los hechos y acusan al presidente de abusar de su cargo para presionar a un gobierno extranjero para investigar a sus rivales políticos e interferir en el proceso electoral estadounidense.
Parten de la polémica llamada telefónica de Trump con su homólogo ucraniano del pasado 25 de julio. “La mala conducta del presidente hace que la resolución de hoy sea necesaria. Para honrar nuestro juramento a la Constitución. Para honrar el estado de derecho. Para hacer que el presidente asuma su responsabilidad y demostrar que nadie está por encima de la ley“, aseguró el presidente del comité de Inteligencia y uno de los líderes demócratas al mando del proceso en la Cámara, Adam Schiff.
Los republicanos se han declarado en contra del proceso de destitución desde el principio, cerrando filas en torno al presidente. “Este impeachment es no solo un intento de revertir las últimas elecciones, es también un intento de influir en las próximas“, ha declarado ante el pleno el líder de la minoría republicana, McCarthy.
Trump niega las acusaciones y ha condenado la votación de la Cámara como la “mayor caza de brujas de la historia“. La Casa Blanca acusa a los demócratas de emprender un camino “ilegítimo“ y “no hacer otra cosa que consolidar las inaceptables violaciones del proceso establecido“.
La investigación preliminar, en base a la que se redacta la acusación contra el presidente Trump en el proceso de destitución, entra ahora en una nueva fase. Los demócratas quieren votar los cargos en el pleno de la Cámara de Representantes antes de que termine el mes de noviembre y acusar formalmente al presidente de Estados Unidos. Necesitan una mayoría simple y ya tienen los votos necesarios. De ahí el proceso pasará al Senado, encargado de celebrar el juicio político según el mandato de la Constitución. Con mayoría republicana, no se espera que el juicio político contra Donald Trump salga adelante en el Senado. Los líderes conservadores esperan que el todo proceso termine antes de que arranquen las elecciones de 2020
Esta primera votación llega después de intensas críticas republicanas a los demócratas de “secretismo“ y “falta de transparencia“ en el proceso, dominado hasta ahora por audiencias a puerta cerrada y documentación clasificada. Los demócratas responden que eso son los cauces establecidos, el proceso ha sido “impecable“ y continuarán investigando durante las próximas semanas, en las que se esperan las comparecencias clave del ex asesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, o el abogado personal del presidente Rudy Giuliani.