El Reino Unido ultima los detalles del funeral de estado por Felipe de Edimburgo. Todas las miradas, después de las últimas polémicas, están puestas en el Príncipe Enrique, que ya se encuentra en el país. Todo el país observará con lupa la imagen de Enrique con el resto de la familia, en una ceremonia íntima, marcada por la pandemia.
Todo ocurrirá tras las murallas y bajo las directrices que él mismo diseñó antes de morir. Sin público pero con el calor musical de los militares que ensayan este gran ritual del adiós, tan británico. Felipe sirvió en la marina y fue coronel de granaderos durante 42 años así que ellos liderarán la procesión.
Por protocolo covid, sólo llenarán la capilla 30 invitados, pero antes de entrar se guardará un minuto de silencio en todo el país, que seguirá la ceremonia televisada. Escoltando el féretro, se verán las caras, seguramente, por primera vez, Guillermo y Enrique. Los dos hermanos distanciados tras la polémica entrevista.
Y otro elemento crítico, el príncipe Andrés, al que, tras las acusaciones de pederastia, Isabel II apartó de la vida pública, porque al parecer ha pedido ir de almirante al entierro de su padre; dilemas de realeza que tendrá resolver la reina en las próximas 24 horas.
Los duques de Cambridge y Sussex, Guillermo y Enrique, respectivamente, han rendido tributo al duque de Edimburgo, su abuelo Felipe, al que han calificado de hombre "extraordinario" y de "honor".
En comunicados emitidos por separado, Guillermo ha señalado que "echará de menos" al marido de la reina Isabel II, que falleció el viernes a los 99 años. "El centenario de vida de mi abuelo se definió por el servicio: a su país, a la Commonwealth, a su mujer y reina y a nuestra familia", ha agregado, subrayando que se siente "afortunado" de haber tenido su "ejemplo" para guiarse y su presencia "hasta bien entrada" su vida adulta.
Además, ha indicado que "siempre" se sentirá "agradecido" por que su mujer, Catalina de Cambridge, haya podido pasar años con su abuelo y por la "amabilidad" que él siempre demostró con ella. En este sentido, ha asegurado que Catalina "continuará haciendo lo que él quería y apoyará a la reina en los años venideros".
Por su parte, Enrique ha asegurado que Felipe de Edimburgo "fue auténtico" y ha destacado su "agudo ingenio" y que "podía mantener la atención de cualquier sala debido a su encanto". "También porque nunca se sabía lo que podría decir a continuación", ha añadido el duque de Sussex, que ha señalado que se recordará a Felipe como el consorte más anciano de la monarquía, un hombre de servicio condecorado, un príncipe y un duque.
"Pero para mí, como para los muchos de vosotros que hayáis perdido a un ser querido o a un abuelo por el dolor del año pasado, era mi abuelo: un maestro de la barbacoa, una leyenda en las bromas y descarado hasta el final", ha afirmado, antes de agradecer a Felipe de Edimburgo su "servicio", su "dedicación" para con la reina y por "siempre ser él mismo".
La Fórmula 1 y la FIA han anunciado este martes cambios en el calendario del Gran Premio de Italia, que se disputa este fin de semana en el trazado de Imola, para evitar coincidir en horas con el funeral del Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, que tendrá lugar este sábado.
"Como muestra de respeto por el funeral real, la calificación se moverá para evitar un choque con el servicio", explicó la Fórmula 1 en un comunicado conjunto con la FIA.
Así, la clasificación del sábado se llevará a cabo entre las 14:00 y las 15:00 horas (CET). Como resultado, los libres 3 pasan a las 11:00-12:00 horas para cumplir con las regulaciones que establecen que la clasificación debe ser 120 minutos después del FP3.
El viernes, el FP2 se moverá a las 14:30-15:30 horas y el FP1 se moverá a las 11:00-12:00 horas debido a que las reglas requieren que esas sesiones estén separadas por al menos dos horas y media, y el FP3 debe comenzar no menos de diecinueve horas después de la final del FP2.
Además, la Fórmula 1 llevará a cabo un minuto de silencio antes de la sesión de clasificación "como una oportunidad para que la gente presente su respeto" al fallecido Duque de Edimburgo, consorte de la reina Isabel II del Reino Unido.