La pregunta que derribó el Muro de Berlín

  • La pregunta de un periodista y la equivocación de un portavoz precipitaron la caída del Muro de Berlín

"Riccardo se ha vuelto loco". Fue lo que el periodista Riccardo Ehrman (1929) escuchó al otro lado del teléfono cuando llamó a Italia para comunicarle a su agencia de prensa, ANSA, que había caído el Muro de Berlín. Técnicamente aún no había caído, pero fue la pregunta de Riccardo la que precipitó una de las grandes noticias del siglo XX.

Así nos lo contaba hace unos años en el vídeo que recuperamos para NIUS con motivo del 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín. Un relato en primera persona reconstruido por el corresponsal Ehrman, el entonces embajador español en Berlín Oriental, Alonso Álvarez de Toledo, y la periodista Rosa María Artal, todos ellos testigos en en primera línea a la caída del muro.

Todo fue un equívoco. Riccardo había llegado tarde a la conferencia de prensa en la que el portavoz del Gobierno de la Alemania del Este informaba de las nuevas reglas para viajar fuera del país. Cuatro años antes Mijail Gorbachov había decidido entreabrir la puerta del imperio soviético con resultados imprevistos. Desde el verano de 1989, Berlín se enfrentaba a una fuga constante de ciudadanos que escapaba al oeste capitalista aprovechando la relajación fronteriza en otros países de la órbita soviética como Hungría y Checoslovaquia.

Cuando Riccardo hizo su pregunta, el portavoz Günther Schabowski empezó a leer de manera errónea el comunicado oficial de una reunión a la que no había asistido. Dijo que se podría cruzar a Berlín Occidental simplemente con el pasaporte -cosa que no ponía en el papel, como recuerda en el vídeo el embajador Álvarez de Toledo- y cuando Riccardo le preguntó cuándo entraba en vigor la nueva reglamentación, Schabowski respondió "Ab sofort" ("desde este momento", en alemán). Ninguno de los periodistas presentes en la rueda de prensa captó la noticia. Sólo Riccardo se precipitó en busca de un teléfono y dio un titular: "El Muro de Berlín ha caído".

Muchos berlineses lo escucharon en las televisiones de Berlín occidental que captaban de manera irregular con sus antenas. La noticia corrió como la pólvora y la gente se fue acercando hasta el paso fronterizo del puente de Bornholmer. Allí se encontraba el embajador español acompañando a un equipo de televisión española con Rosa María Artal en la realización de un reportaje. La presión de los ciudadanos sobre la policía fronteriza fue cada vez mayor. La noticia había salido en televisión, decían. El mando policial llamó a sus superiores. Nadie contestaba al otro lado. "Si lo han dicho en televisión, será verdad, debió pensar", recuerda en el vídeo el embajador español. Levantó las barreras y decenas de personas empezaron a cruzar. El resto es historia.