Portugal insiste en estrechar el cerco sobre la región de Lisboa, la más afectada de todo el país por la pandemia del coronavirus, y vuelve a imponer sobre ella severas medidas de restricción para evitar nuevos contagios.
En las últimas horas, Portugal ha registrado 311 nuevos casos. Tres de cada cuatro de ellos en la región de Lisboa y Valle del Tajo, que es la que más positivos acumula en toda la nación, con un balance total de 17.767 casos desde que comenzó la pandemia.
En total, el país luso registra 40.415 contagios y 1.549 muertes tras sumar seis más en un último balance que refleja el cuarto día consecutivo con más casos de contagios que de personas recuperadas.
En este contexto, la tendencia preocupa a Portugal, que no quiere ni sustos ni dar pasos en falso en una desescalada en la que apuestan tajantemente por la prevención y la cautela. No en vano, serán los últimos en sumarse a la apertura de las fronteras del espacio Schengen, –el 1 de julio–, mientras el resto de países ya lo han hecho.
Con este propósito, volviendo a pisar el freno, el Gobierno del primer ministro António Costa ha decidido preparar el confinamiento de 19 de los 24 distritos del área metropolitana de Lisboa. El denominado “deber general de recogimiento” se aplicará así a las localizaciones más afectadas por los brotes del coronavirus con el férreo objetivo de poner freno a las cadenas de transmisión actualmente presentes.
En consecuencia, los residentes de estas 19 áreas, todas ellas contiguas de la margen norte lisboeta, solo podrán salir de casa para realizar actividades esenciales: trabajar, comprar alimentos y medicamentos.
En total, se verán afectadas todas las freguesías (un órgano administrativo por debajo de los ayuntamientos) que componen el municipio de Amadora y de Odivelas, seis freguesías de Sintra, dos de Loures y, ya en la localidad de Lisboa, la freguesía de Santa Clara. Éstas pertenecen a los cinco municipios donde se concentran la mayoría de los brotes que afectan a la región lisboeta.
Por otro lado, como parte de las nuevas medidas anunciadas, los grupos de personas que podrán reunirse en estas 19 áreas no podrán exceder los cinco miembros.
Paralelamente, a modo de medida intermedia, el resto del área metropolitana de Lisboa pasa a la fase de contingencia, que es una situación intermedia entre calamidad y alerta.
De este modo, la decisión se suma a las nuevas restricciones aplicadas en el área metropolitana desde el pasado martes, entre las cuales se redujo el número máximo de personas en una reunión de 20 a 10, se impuso el cierre de los establecimientos comerciales a las 20:00 horas, a excepción de los restaurantes, –y solo para dar cenas–, las clínicas, farmacias, funerarias, instalaciones deportivas y gasolineras, a las que se les ha prohibido vender alcohol; una medida que busca atajar también la proliferación de fiestas ilegales.
Por su parte, entre estas medidas que buscan mitigar los brotes detectados en las últimas semanas en la región, los supermercados podrán cerrar a las 22 horas.
Más allá, el Consejo de Ministros también ha aprobado hoy que el resto de Portugal pase al nivel inferior de estado alerta, aunque António Costa, que ha recalcado que Portugal es el sexto país de la Unión Europea que más test practica por cada millón de habitantes (por detrás de España, en quinto lugar), ha advertido a los ciudadanos que no deben bajar la guardia.