En Buenos Aires, dos policías han protagonizado el angustioso rescate de una bebé, de poco más de un año, que se ahogaba en plena calle.
La casualidad hizo que los agentes pasaran por donde una mujer más los necesitaba. Una ronda policial rutinaria se convirtió en un rescate a contrarreloj. La madre de la pequeña pidió ayuda a los agentes que, sin dudarlo ni un segundo, saltaron del coche para salvar la vida de una niña que se estaba ahogando en la calle.
Con ella en brazos regresaron al vehículo, donde trataron de reanimarla desesperadamente porque el tiempo jugaba en su contra. Los agentes partieron a urgencias a toda velocidad, mientras que de camino, la copiloto continuaba reanimando a la pequeña y el conductor daba el aviso de la emergencia.
Tras unos minutos de verdadera angustia, y casi a las puertas del hospital, la niña de tan solo 18 meses volvió a respirar.
Un rescate heroico que sin duda ni la madre ni los policías podrán olvidar.