Una madre estaba amamantando a su bebé recién nacida en Córdoba (Argentina). Sin embargo, notó que algo no iba bien porque se estaba asfixiando. Ante la situación de emergencia llamó a las autoridades. Una policía terminó salvando la vida de la pequeña con unas sencillas instrucciones al teléfono.
Los hechos ocurrieron en la noche del domingo al lunes. Una mujer llamó a la centralita de la Policía. Explicó a la agente que necesitaba con urgencia una ambulancia, ya que su bebé se estaba ahogando. "Estoy con mi bebé de apenas una semana de vida, se acaba de poner morada", contó con angustia a la policía, según recoge la conversación publicada por 'Clarín'.
La policía le preguntó si la bebé respiraba, pese a tener la piel de un color morado y azulado ―falta de oxígeno―. La madre respondió que sí estaba respirando, pero que estaba ahogándose. Inmediatamente, la agente le pidió mantener la calma y seguir sus instrucciones sin pausa.
"Ponga a la bebé en su brazo, boca abajo. Incline un poco la cabeza hacia abajo y dele pequeños golpes a la altura de los omóplatos. La patrulla y la ambulancia están avisadas. Necesito que esté tranquila, que me escuche a mí y no me corte. No le vuelva a dar el pecho por el momento hasta que ella se recupere", le pidió la policía.
Unos segundos más tarde, tras realizar la maniobra, en la llamada se escuchó el llanto de la niña. En ese momento, la madre aclaró que la pequeña estaba mejor y el color de su piel volvía a ser rosado. La bebé fue trasladada a un hospital cercano para una revisión y se encuentra bien.