El aterrizaje del explorador robótico Perseverence de la NASA este jueves en el planeta rojo marca el fin de un viaje de casi siete meses desde la Tierra a Marte y el comienzo de la búsqueda de vida anterior allí, con la ayuda de innovadores instrumentos tecnológicos.
La misión Mars 2020 Perseverance de la agencia espacial estadounidense superó con éxito el peligroso descenso en el escarpado cráter Jezero, tras un recorrido de unos 470 millones de kilómetros desde su partida en julio de 2020 de Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), y tocó suelo marciano sobre las 21.56 hora española (20.56 GMT).
"¡Es tan surrealista!", exclamó uno de los científicos del Laboratorio de Propulsión de la NASA (JPL) en California (EE.UU.) durante la transmisión en directo de la hazaña, mientras todos aplaudían con júbilo por el éxito del amartizaje.
"Perseverence está viva en la superficie de Marte". Así lo confirmaba la Administración Nacional estadounidense de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
El robot -el quinto de la NASA en Marte después de Sojourner, Spirit, Opportunity y Curiosity- comenzó a rodar hoy sobre suelo marciano sin problemas con la tarea de buscar vida antigua, tomar muestras, estudiar la geología y clima del planeta rojo y preparar el camino para un viaje tripulado.
Con un peso problemático, el vehículo espacial superó un descenso arriesgado a toda velocidad, en el terreno más difícil escogido hasta ahora por la NASA y con la incertidumbre provocada por el retraso de más de once minutos de las comunicaciones entre ambos planetas.
La llegada de Perseverance, de mayor tamaño y peso que Curiosity, el otro robot que aún rueda por Marte, se realizó de forma automática, tal como fue programada por los científicos del JPL, que tuvieron que soportar la demora en la señal para poder saltar de alegría y celebrar el aterrizaje con prudencia, debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus.
Pisó Marte en un área "peligrosa", el cráter Jezero, que se cree fue el lecho de un lago y, por tanto, sería rico en microorganismos fósiles.
"Hola Mundo. Mi primer vistazo al que será mi hogar para siempre", indicó el robot en la cuenta oficial de Twitter.
Ya en suelo marciano, los retos de este vehículos de seis ruedas y unos 3 metros de largo, se multiplican: ajustarse al difícil terreno y condiciones, probar los instrumentos y recoger muestras de rocas y sedimentos, con la incógnita de cuándo estos llegarán a la Tierra.
No va a ser antes de 2031, explicó a Efe José Antonio Rodríguez Manfredi, responsable ante la NASA de una pequeña estación meteorológica de tecnología española a bordo del robot.
La NASA diseña ahora al menos tres misiones con ese objetivo, dijo en rueda de prensa Bobby Braun, director del Programa de Devolución de Muestras de Marte, quien aseguró que se trata de una tarea "ambiciosa y desafiante".
De unos cuarenta tubos del tamaño de cigarros que el Perseverance pretende recoger durante al menos dos años en suelo marciano, el objetivo es que lleguen a la Tierra un mínimo de treinta para su análisis, subrayó Rodríguez Manfredi.
Agregó que esta tarea, que contará con la ayuda de la Agencia Espacial Europea (ESA), recae sobre una misión futura de un satélite que estará orbitando Marte y otra que llegará a la superficie del planeta rojo para recoger las muestras.
Perseverance allanará así el camino para posibles misiones humanas a Marte, tras una exploración de más de medio siglo desde el primer sobrevuelo del Mariner 4.
El vehículo llevó hoy a Marte nuevos y mejorados instrumentos, entre ellos micrófonos, que por primera vez captarán el sonido del planeta rojo, y un helicóptero de cuatro patas y menos de 2 kilos conocido como Ingenuity, que hará en total cinco vuelos.
"Es la primera vez que vamos a volar un objeto en otro planeta que no sea el nuestro", resaltó el ingeniero Elio Murillo durante una transmisión paralela especial, por primera vez en español, en la que se destacó el papel de los latinos en la NASA
Perseverance lleva además un aparato que transformará el dióxido de carbono, que compone en un 96 % la atmósfera marciana, en oxígeno para la respiración de astronautas en futuros viajes tripulados y como propulsor de cohetes para regresar a la Tierra.
"Este viaje nos va dar la tecnología para poder ir a Marte con una misión tripulada", destacó el astronauta Frank Rubio, de la misión Artemis, que tiene ese propósito.
Reconoció, sin embargo, que la llegada del ser humano al planeta rojo es una "difícil misión".
Por lo pronto, Perseverance, que despegó del Centro Espacial Kennedy el pasado 30 de julio, ya ha comenzado a trabajar en suelo marciano.
Tras superar los "siete minutos de terror" del descenso a 20.000 kilómetros por hora y con ayuda de una grúa aérea, el vehículo ha enviado ya las primeras imágenes de Marte y comenzará la búsqueda de señales de vida