La trágica muerte del nadador británico Simon Nellist Simon Nellist frente a la costa de Sídney, Australia, es solo el último de una serie de terribles ataques de tiburones que han conmocionado al mundo. El exmilitar afincado en el país oceánico fue devorado y mutilado fatalmente por un tiburón blanco de unos cuatro metros que desapareció después del incidente.
Simon Nellist sufrió "lesiones catastróficas" en el ataque y, a pesar de los mejores esfuerzos de los guardacostas, hasta ahora solo se han encontrado restos de su traje de neopreno. Las autoridades australianas ahora están buscando al tiburón responsable del ataque, el primero de este tipo en el área en 59 años. Planean ahuyentarle, no matarlo, como han indicado recientemente.
El ataque del animal a Nellist fue un "evento extremadamente raro", según los expertos en vida marina, pero a lo largo de la historia se han visto otros aterradores incidentes entre humanos y tiburones. Estos son algunos de ellos:
El bazo y los pulmones de Rodney también quedaron muy afectados. Estuvo a minutos de que todas sus venas colapsaran y morir debido a la pérdida de tanta sangre. Necesitó 462 puntos de sutura después del ataque y hasta el día de hoy todavía tiene un diente de tiburón incrustado en la muñeca.
Sorprendentemente, Rodney, que ahora tiene 81 años, se ha convertido en un reconocido y destacado experto de tiburones blancos e incluso ha diseñado y construido la primera jaula de observación submarina para bucear con los animales.
Un total de 579 hombres perdieron la vida por ataques de tiburón en cuatro días. Los supervivientes fueron rescatados por un avión bombardero aliado. Uno de los soldados que se salvó, Edgar Harrell, que tenía 20 años en ese momento, recordó la horrible experiencia: "Todo lo que escuchamos fue que se comían vivos a hombres".
"Cada día, cada noche, encontrabas a amigos gravemente heridos. Los intentabas ayudar y descubrías que estaban destripados", señaló. Desde entonces, el desastre se ha hecho famoso como el peor ataque de tiburón de la historia. La historia inspiró al personaje de Quint en la película 'Jaws'.
Shirley, una joven madre de cuatro hijos, acudió con su familia a Peake Bay, en Australia, para pasar el día en 1985. Tras meterse un poco en el mar, en aguas poco profundas, fue atacada por un tiburón blanco de cuatro metros.
El tiburón partió por la mitad a la mujer de un mordisco, con su esposo e hijos observando. Todo lo que quedó fue su torso sin cabeza flotando en el agua, según los reportes. Los rescatistas intentaron llegar hasta los restos de la víctima, pero el animal regresó y los devoró también.
Los expertos destacan que, por lo general, los tiburones blancos no están interesados en comer carne humana, una vez se han dado cuenta de lo que es, lo que hace que el caso de Shirley sea aún más impactante.
El joven estaba surfeando con siete compañeros en la costa de la isla Reunión, cerca de Madagascar, cuando el tiburón hundió sus dientes en su estómago y lo arrastró mar adentro. Elio, en ese instante, se preparaba para montar una ola.
Horas antes de morir, Elio le había dejado una nota a su madre diciéndole que no se preocupara por él. La isla de Reunión es una de las zonas más infestadas de tiburones del mundo: con 27 ataques fatales y 56 encuentros en total desde que se comenzaran los registros en 1913.
Las otras víctimas en este período en Nueva Jersey fueron Charles Bruder, trabajador hotelero de 27 años, un niño de 11 años llamado Lester Stillwell -que estaba jugando en un arroyo con amigos cuando fue atacado- y el empresario Stanley Fisher, de 24 años, quien murió mientras intentaba rescatar a Lester.
Joseph Dunn, de 14 años, sobrevivió al ataque. Días más tarde, los investigadores determinaron que un gran tiburón blanco estaba detrás de todas estas muertes, ya que se encontraron huesos humanos en sus entrañas.
Sin embargo, mientras Ian nadaba en las aguas poco profundas de la playa de Anse Lazio, fue atacado por uno. Lo rescatistas le socorrieron rápidamente, pero murió por una pérdida masiva de sangre ante la mirada horrorizada de su esposa.