El mundo de la moda refleja las tendencias actuales a nivel mundial, como lo es el coronavirus. Los profesionales muestran su ingenio y talento: en Kibera, el barrio marginal mas grande de Kenia, África, los peluqueros han creado un nuevo peinado, que emula la apariencia del virus visto desde un microscopio.
El estilo está diseñado como una declaración de moda contra la propagación de la enfermedad COVID-19, según apuntan las tres profesionales del Salón de Belleza Mama Brayo, dentro de Kambi-Muru, pueblo de la localidad de Kibera, en Nairobi, que realizan este look (aunque comentan que también se puede ver en Nigeria).
Las niñas sonríen con su nuevo estilo de peinado, que imita la apariencia espinosa del coronavirus y se elabora a partir de trenzas. El proceso es separar el cabello de los clientes en una docena de secciones, luego, cada mechón se retuerce y se envuelve junto a un grueso hilo negro, para que pueda superar el desafío de la gravedad. De este modo, cada mechón parece la proteína de la espina en una membrana del coronavirus.
Los peluqueros toman medidas de precaución, al igual que en España. Se recomienda llevar mascarilla en lugares cerrados. "Es simple y muy barato para cualquier persona", comentó la estilista Diana Andayi, según recoge SCMP. El precio del peinado es inferior a un euro y se estableció teniendo en cuenta las dificultades económicas que ocasiona la crisis.
Los salones de belleza pueden permanecer abiertos en Kenia bajo serias medidas de contención -y regulación de horarios-. "La vida es dura. Necesitamos apresurarnos todos los días en el trabajo para poder tener comida en nuestras mesas", concluye Andayi.
El brote mundial de coronavirus se ha saldado por el momento en África con algo más de 2 000 fallecidos, pero la Organización Munidal de la Salud, OMS, teme que las cifras suban drásticamente si no se toman las medidas adecuadas durante estos próximos meses, hasta el punto de pronosticar entre 83.000 y 190.000 fallecidos en el primer año.
Así, si las medidas de contención fallan, entre 29 y 44 millones de personas podrían contagiarse en el continente más pobre del planeta, marcado entre otras lacras por un débil sistema sanitario y la falta en numerosas zonas de redes básicas de higiene y saneamiento.
El estudio del organismo, elaborado a partir de 47 países que suman más de mil millones de habitantes, predice aun así una menor tasa de transmisión que en otras partes del mundo y un menor grado de incidencia y mortalidad, entre otros factores por la juventud de la población, los factores medioambientales o el control ya existente frente a otras enfermedades transmisibles.