La red de metro hongkonesa (MTR) ha reabierto parcialmente el servicio de transporte ferroviario de la ciudad este domingo después de que el sábado se suspendiera por los actos de "vandalismo", provocados por la decisión de la líder de Hong Kong, Carrie Lam, de invocar una ley de emergencia de la era colonial.
La medida se produce después de otra noche de violentas protestas antigubernamentales que han sumido a la ciudad en su mayor crisis política en décadas. La "violencia extrema de las protestas del viernes ha justificado el uso de la ley de emergencia", ha afirmado Lam durante un discurso televisado. Durante la jornada del sábado, cientos de manifestantes han salido a la calle para desafiar la prohibición de utilizar máscaras faciales, aunque por la noche la mayoría de los asistentes ya se habían dispersado.
En un intento por frenar las manifestaciones contra el dominio de Pekín, la jefa del Gobierno hongkonés invocó la ley de Emergencia para aprobar una normativa que prohíbe desde este viernes el uso de máscaras en las movilizaciones e impone penas de hasta un año de prisión y sanciones de hasta 25.000 dólares hongkoneses (2.900 euros) para quien se salte la restricción.
La decisión de la jefa del Ejecutivo regional llega la misma semana en la que los manifestantes han empañado con sus movilizaciones la celebración del día de conmemoración del septuagésimo aniversario de la República Popular china, en una jornada en la que la Policía disparó con munición real contra los manifestantes en Hong Kong, hiriendo de gravedad a uno de ellos.
El Gobierno chino ha expresado su apoyo a la ley aplicada por la líder del Gobierno de Hong Kong por boca de un portavoz de la Oficina para Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, quien ha advertido de que la situación de caos en la que vive sumida la antigua colonia británica no puede continuar de forma indefinida.
Según Pekín, las protestas amenazan con derivar en una revolución con intervención extranjera. El operador ferroviario de Hong Kong, MTR Corp anunció el viernes que debido a los graves actos de vandalismo, algunas estaciones no se abrirían al servicio el domingo, ya que las instalaciones dañadas necesitaban tiempo para su reparación. El servicio de trenes también se reduciría a las 21.00 (hora local), es decir, más de tres horas antes de lo normal.
El cierre de la operadora el sábado había paralizado en gran medida la mayor parte de la ciudad, ya que su red transporta unos cinco millones de pasajeros al día. Las tiendas y supermercados que habían cerrado el sábado, han reabierto sus puertas este domingo.
Las protestas empezaron contra la polémica ley de extradición a la China continental pero rápidamente crecieron hasta reclamar una mayor apertura democrática. El Gobierno de Carrie Lam ha cancelado el proyecto de ley y ha accedido a un diálogo nacional, pero se resiste a hablar de sufragio universal.