Benedicto XVI dejará su pontificado el próximo 28 de febrero tras casi ocho años al frente de la Iglesia católica. Joseph Ratzinger alega "falta de fuerzas", dada su edad de 85 años, para seguir al frente de la Iglesia de Roma.
Ha sido el propio Papa quien ha hecho el anuncio en latín durante una canonización. "He llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecúan por más tiempo al ejercicio de mi Ministerio", ha anunciado ante el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto.
"Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de Pedro", ha añadido el Pontífice, según un comunicado publicado en Radio Vaticana.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha asegurado que la decisión de Benedicto XVI de renunciar al ministerio les ha acogido por sorpresa. Lombardi ha explicado, en un encuentro con la prensa convocado tras el anuncio del Papa, que el Pontífice se acoge de este modo al artículo 332, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico que establece que un Papa puede renunciar con libertad y que no se requiere que alguien lo acepte.
Lombardi ha explicado que Benedicto XVI no participará en el cónclave que elegirá a su sucesor, se trasladará a la residencia de Castengandolfo cuando comience la sede vacante y luego vivirá en un monasterio de clausura dentro del Vaticano.
Una decisión muy meditada
La sorpresiva renuncia a su Pontificado se tomó "hace muchos meses, tras el viaje a México y Cuba, y con una reserva que nadie pudo romper, después de haber examinado ante Dios reiteradamente la propia conciencia a causa de la avanzada edad", según ha explicado el director del diario oficial de la Santa Sede, L'Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, en un editorial de este martes.
El Papa realizó un viaje a Cuba y México entre el 23 y el 29 de marzo de 2012, con lo que la decisión anunciada este lunes se habría tomado hace poco menos de un año.
Para Vian, el anuncio del Papa es "un acontecimiento sin precedentes, y consecuentemente ha dado enseguida la vuelta al mundo". "Benedicto XVI ha explicado, con la claridad propia de él, que ya no tiene fuerzas 'para ejercer adecuadamente' la enorme tarea que se pide a quien es elegido para gobernar la barca de Pedro y anunciar el Evangelio. Por esto y sólo por esto, el Romano Pontífice, muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad renuncia al ministerio de obispo de Roma que le fue encomendado el 19 de abril de 2005"", explica.
También subraya que la renuncia de Benedicto XVI al pontificado es una decisión "libre y sobre todo confiada en la providencia de Dios" y asegura que Benedicto XVI "sabe bien que el servicio papal, 'por su naturaleza espiritual', debe ser llevado a cabo también 'sufriendo y rezando', pero subraya que 'en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe', para un Papa 'es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu', vigor que en él naturalmente va disminuyendo".
El Papa Ratzinger fue elegido en abril de 2005 tras la muerte de Juan Pablo II.
El último Papa que renunció a su pontificado fue Gregorio XII en el siglo XV. Benedicto XVI se convertirá en el cuarto Papa de la Iglesia católica que deja su pontificado.