En Roma, bajo el cielo azul de la capital italiana y ante una abarrotada Plaza del Vaticano, el papa Francisco ha celebrado la tradicional misa del Domingo de Ramos, con la que se da el pistoletazo de salida a las conmemoraciones y celebraciones en todo el mundo cristiano de la Semana Santa.
El periodista Darío Menor señala que la Plaza de San Pedro del Vaticano ha lucido el ambiente de las grandes ocasiones, algo que no se veía desde antes de la pandemia, con la misa del Domingo de Ramos que ha presidido el papa Francisco ante unos 65.000 fieles.
Darío Menor afirma que Francisco ha tenido muy presente en su homilía la situación de Ucrania, hasta el punto de que ha pedido que "se ponga en marcha una tregua que facilite el establecimiento de unas negociaciones verdaderas y en la que todas las partes tienen que hacer concesiones para poder llegar a la paz". El pasado fin de semana, Bergoglio señaló a Vladimir Putin como responsable de la guerra.
Francisco también ha condenado una vez más, muy duramente, "los atropellos y todo tipo de atrocidades que está sufriendo la población civil en Ucrania".