Cumbre informal de la OTAN en Berlín, en pleno debate sobre la posible adhesión de Finlandia y de Suecia. Turquía ha matizado hoy el rechazo inicial que había puesto sobre la mesa lo que allana el camino para la adhesión de ambos países. Vladimir Putin, tras conversar telefónicamente con el presidente finlandés, calificaba de error la decisión que pretende tomar su país.
Desde el Kremlin se negaba hoy tener "intenciones hostiles" hacia estos dos países nórdicos. Lo que sí ha hecho de momento Rusia es cortar el suministro eléctrico a Finlandia.
La familia atlántica se prepara para una ampliación de 30 a 32, que no va a resultar nada fácil, a tenor de la oposición externa e interna de Rusia y Turquía respectivamente. Respecto a la externa, Vladimir Putin, que lleva meses advirtiendo de las consecuencias, ya ha recibido la llamada telefónica del presidente de Finlandia comunicándole su intención de adherirse a la OTAN. El mandatario ruso le ha respondido asegurando que toma nota.
Así lo cuenta el ministro finlandés de Exteriores, que confirma que el parlamento de su país debatirá este lunes la petición de ingreso en la Alianza. Los socialdemócratas suecos, que gobiernan en coalición, debaten mañana ese mismo paso. Suecia y Finlandia están invitadas a esta reunión informal de la OTAN, que se celebra este fin de semana en Berlín. Allí se verán las caras con Turquía, que hoy ha matizado su inicial oposición al ingreso de los países nórdicos.
"No les estamos cerrando las puertas", asegura el portavoz del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, que lo que pide ahora es que Finlandia y, sobre todo, Suecia persigan a los activistas kurdos allí refugiados, a quienes Ankara considera terroristas.