Ninnete, una orangután del zoo de París cumple hoy 50 años. Famosa por su habilidad para pintar, Ninnete llegó a la capital francesa cuando era solo una cría y los furtivos habían matado a su madre en las selvas de Borneo, donde cada es vez es más difícil la supervivencia para los orangutanes. Al ritmo de actual, en poco tiempo solo quedarán en los zoos.
Un orangután bebé ya fue protagonista de un anuncio prohibido en el Reino Unido por su contenido político. La cría huía de la deforestación de su hábitat, en retroceso por las plantaciones de palma, y el mensaje contra esa industria no pasó el corte.
El aceite de palma, utilizado en numerosos productos de nuestro consumo diario, está detrás del descenso de la población de orangutanes. Las selvas tropicales de Borneo y Sumatra están siendo arrasadas en detrimento de una industria suculenta para las economías de Indonesia y Malasia.
Este país presume del aceite de palma como en España lo hacemos con el de oliva. Diferencias saludables aparte, los ecologistas advierten: la población de orangutanes en Borneo se ha reducido en dos décadas en 100.000 ejemplares, es decir a la mitad.
Aunque estos primates se encuentran en peligro de extinción, por otro lado también han aprendido a vivir en áreas degradadas, incluso en plantaciones, demostrando su capacidad de adaptación a un medio cada vez más hostil.