El estado de Nueva York, principal foco de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, ha constatado 783 nuevos fallecidos en las últimas horas, hasta un total de 8.627 muertos en el estado, según el balance publicado por el gobernador del estado, Andrew Cuomo.
"Es quizás el final del principio", ha declarado Cuomo, parafraseando al primer ministro británico Winston Churchill, tras reconocer que la curva de fallecidos parece haberse "estabilizado en un nivel horrendo".
El gobernador ha explicado que, a pesar de la gravedad de las cifras de fallecidos, el número de hospitalizaciones se ha estabilizado. "Los casos parecen haber alcanzado una meseta. Es lo que todos modelos anticipaban. Ninguno iba a ofrecernos un descenso inmediato. Pero la tasa de hospitalizaciones ha descendido", ha explicado.
Con todo, un centenar de personas sigue en cuidados intensivos, en estado crítico, y otro centenar sigue en estado grave.
Por otro lado, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, ha dado por terminado el año escolar ante la imposibilidad de recuperar cierto asomo de normalidad antes del verano.
"Esta decisión no ha tenido nada de fácil. Dios sabe el dolor que me produce decir que no habrá más escuelas este año. Pero también sabe que es lo correcto", ha declarado De Blasio en comentarios recogidos por el 'New York Times'. De Blasio se negado a confirmar si abrirían las escuelas de apoyo en verano, "a la espera de ver cómo evoluciona la situación".
Asimismo, la Alcaldía de Nueva York ha confirmado la muerte de una veintena de personas sin hogar por la enfermedad, que ha afectado a 320 miembros de esta población vulnerable.