Novak Djokovic deja la bola en el campo del Gobierno australiano. El tenista serbio ha admitido haber cometido “errores humanos” en su documentación para entrar a Australia. Es el último capítulo del número uno del mundo del tenis que se queda a la espera de la decisión de las autoridades australianas sobre si cancela su visado o le permite participar en el Open de Australia.
Novak Djokovic ha publicado en su cuenta en redes sociales un comunicado admitiendo que lo que hizo no fue correcto. El tenista, conocido por ser un negacionista de las vacunas, culpa a su manager del "error" en la documentación presentada al departamento de inmigración de Australia.
Ya poco antes del movimiento de Djokovic el Ministro de Inmigración, Alex Hawke, ha explicado a los medios que necesita más tiempo para decidir si ejerce su autoridad para volver a retirarle el visado después de que los abogados del tenista serbio aportaran nuevos documentos.
Djokovic ha hablado este miércoles en las redes aunque había anticipado que prefería no hacer ningún tipo de declaración hasta que todo el proceso se resolviera. El jugador se propuso aclarar todas las actividades en las que participó los días inmediatamente posteriores al 16 de diciembre, fecha en que, según la documentación aportada por sus abogados, dio positivo por covid en una prueba PCR.
El tenista serbio, además, aprovechó para pedir disculpas a lo que definió como “error” del equipo de apoyo que le acompaña, al realizar su declaración de entrada a Australia.
El propio Djokovic en Instagram cuenta que el día 14 de diciembre estuvo en Belgrado en un partido de baloncesto y después de enteró que alguien de los presentes había dado positivo. Aunque no tenía síntomas, dice, se realizó una prueba de antígenos el día 16 y dio negativo. “Por precaución también me hice una PCR el mismo día”. Sin esperar el resultado de la PCR, el día 17 participó en otra actividad con imágenes colgadas en sus cuentas en redes, en las que se ve rodeado de niños y sin mascarilla- aunque -según asegura se había hecho un test de antígeno con resultado negativo. “Era asintomático y no recibí la notificación del positivo de la PCR hasta el final de ese evento”, se justifica el tenista, consciente de que se juega la expulsión de Australia.
El número uno del mundo reconoce haber dado una entrevista el 18 de diciembre, porque no quería “decepcionar” al periodista. “A pesar de haberme aislado en casa tras la entrevista, y tras haberlo reflexionado, admito que [seguir adelante con la entrevista] fue un error de juicio, y acepto que debería haber reprogramado ese compromiso para más adelante”, añade el jugador.
Ahora la decisión sobre Novak Djokovic está en manos del Gobierno de Australia que se toma su tiempo para responder al tenista serbio.