Prometía ser una noche inolvidable. Y así fue. La euforia se adueñaba poco a poco de las miles de personas que abarrotaban la plaza del Parlamento en el corazón de Londres, mientras una pantalla gigante marcaba la cuenta atrás. Parecía una Nochevieja, solo que al dar las once, nadie se felicitó el año, sino que los abrazos y apretones de manos iban acompañados de comentarios como “por fin lo hemos conseguido”, “no me lo puedo creer” o “estoy tan feliz”... Más de 3 años y medio después del referéndum del Brexit se materializaba de esta manera la salida del Reino Unido de la Unión Europea cumpliéndose así el sueño de muchos que sienten que ahora “pueden decidir su destino”.
“La guerra ha acabado. La hemos ganado. Ahora debemos ganar la paz”. Estas palabras del ahora ex eurodiputado y líder del Partido del Brexit, Nigel Farage, fueron unas de las más aplaudidas de la velada. Este polémico político, que nunca ha logrado ganar un escaño en unas elecciones generales, se dio, subido a un escenario junto al Palacio de Westminster, un gran baño de masas. Lo que no consiguió el organizador de esta fiesta es que le concediesen permiso para que sonase el Big Ben y que pudiesen lanzarse fuegos artificiales, aunque al acabar la celebración, tras escuchar el “Dios Salve a la Reina”, un espontaneo lanzó un par.
Downing Street
El Gobierno británico no quiso ser partícipe del juego de Farage, y optó por marcar este momento histórico con un juego de luces sobre la fachada de Downing Street, donde se proyectó un reloj que mostraba la cuenta atrás. Desde allí, el Primer Ministro, Boris Johnson, lanzó un mensaje para abrir este nuevo capítulo de la historia del país: “No es el final, sino el principio”.
Y quiso, una vez más, mandar un mensaje de optimismo y de unidad. Pero en este momento es difícil imaginar cómo va a lograr cerrar las heridas en un país en el que a diario se leen y escuchan mensajes de vencedores y vencidos: “¡Estamos fuera!” chulea este sábado un Daily Mail que promociona su edición regalando un paño de cocina del Brexit valorado en 12 euros.
Eventos pro europeos
Menos multitudinarios, pero muy sentidos, fueron los encuentros que protagonizaron aquellos que querían demostrar su tristeza por esta despedida después de 47 años de unión. Frente a la delegación de la Comisión Europea en Londres un grupo de personas celebraron una vigilia a la luz de las velas. Allí, el fundador de “The New Europeans”, el ex diputado laborista Roger Casale, recordó que los más de 3 millones de europeos que viven en el Reino Unido “no están solos”. Y exigió también a Boris Johnson que “no haga pagar a estos ciudadanos -ni a los británicos que viven en otros países de la UE- el precio del Brexit”.
Muchos europeos confesaron que preferían pasar una noche en casa porque no estaban para fiestas. Sin embargo, la organización “The3Million”, que lucha por sus derechos y los de sus familias, organizó anoche un encuentro en un local del este de la capital británica para que aquellos que lo deseasen “se sintiesen arropados” en un día tan difícil y emocional.
Escocia
El disgusto por esta despedida se sentía más allá de un Londres, que es abiertamente anti Brexit. A las 23.01 la líder escocesa, Nicola Sturgeon, tuiteó: “Escocia volverá al corazón de Europa como un país independiente”. Desazón también en Irlanda del Norte, donde también votaron en el referéndum por permanecer en la UE. De hecho, dado el descontento que reina en estas regiones, una de las preguntas que se hacen algunos es si Boris Johnson se convertirá en el último primer Ministro del Reino Unido tal y como hoy lo conocemos.