Un niño de ocho años ha fallecido ahogado al intentar cruzar el río Bravo hacia Texas, Estados Unidos, cuando intentaba llegar al país junto a su familia, según ha informado el Instituto Nacional de Migración (INM) en un comunicado.
Según explican en el texto, "el menor permanecía en compañía de varias personas adultas sobre una pequeña isleta ubicada entre las fronteras de México y EE.UU, pero no soportó el golpeteo del agua, la cual lo envolvió y mantuvo sumergido durante varios metros".
Su cuerpo fue rescatado ya sin vida, sin nada que hacer por parte de los servicios de emergencia. Tras la tragedia, los padres y la hermana del menor tuvieron que reconocer el cadáver y después fueron detenidos para ser devueltos a suelo mexicano.
El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que comenzará a admitir a los miles de solicitantes de asilo que permanecen al otro lado de la frontera con México, en un nuevo paso atrás sobre la política inmigratoria adoptada por la anterior Administración, presidida por Donald Trump.
La Administración Trump endureció en 2019 las medidas para evitar que quienes solicitasen asilo permaneciesen en Estados Unidos a la espera de la resolución de su caso, dentro de una política de tolerancia cero a la que Biden ha prometido dar carpetazo progresivamente.
El Departamento de Seguridad Nacional anunció que este 19 de febrero iniciará la primera fase de este nuevo plan, que permitirá comenzar a procesar a quienes están en México bajo los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), lo que abriría las puertas de Estados Unidos para unas 25.000 personas.
Estos migrantes podrán acceder a un registro virtual, según el Gobierno estadounidense, que ha instado a todos ellos a permanecer donde están a la espera de nuevas instrucciones. En este sentido, ha subrayado que no deben acercarse a la frontera por el momento.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ha admitido que los cambios en la frontera "llevarán tiempo", pero ha explicado que, con iniciativas como la anunciada este viernes, la Administración Biden demuestra su compromiso para "reconstruir un sistema migratorio seguro, ordenado y humano".
"Los individuos que no sean elegibles bajo esta fase inicial deben esperar más instrucciones y no viajar a la frontera. Debido a la pandemia, las restricciones en la frontera se mantienen y se aplicarán", ha explicado Mayorkas en su comunicado, en alusión a los casos en que no hubiesen sido devueltos a México bajo los MPP o no cuenten con casos activos en tribunales.
El Ejecutivo norteamericano ha matizado igualmente en su nota que el anuncio no puede interpretarse "como una invitación para que las personas migren de forma irregular a los Estados Unidos, ni tampoco como una vía libre al margen de las medidas sanitarias. Los individuos que se beneficien del nuevo programa se harán una prueba para detectar posibles casos de COVID-19 antes de su entrada.