La guerra de Ucrania suma ya su día 83, de ataques indiscriminados contra la población civil, de muerte y de destrucción. El ejército ruso trata ahora de avanzar en el este del país con consecuencias terribles.
Los bombardeos en Bakhmut, en la región de Donetsk, la han dejado completamente arrasada la ciudad. Ha muerto una persona, pero lo que más ha conmovido ha sido la imagen de un niño, de solo nueve años, "gravemente herido" por el horror de la guerra. Los equipos de socorro han hecho lo imposible por tratar de salvar su vida. A su corta edad sufre las heridas de una guerra que se sigue librando con especial crudeza en la región del Donbás.
Es allí donde está el mismo infierno. Ni un minuto de paz para los soldados ucranianos, que se encuentran en esta zona del país y que a tiros o con granadas llevan semanas tratando de defender cada metro de territorio. El frente aquí está estancado y, a pesar de la superioridad aérea rusa, los ucranianos consiguen defenderse y atacar.
Rusia ha perdido ya a uno de cada tres soldados que entraron en Ucrania el pasado 24 de febrero. Muchos de esos cuerpos han sido recuperados por el gobierno ucraniano, que ha fletado estos vagones refrigerados para que puedan ser repatriados a Rusia. Ucrania presume de haberles hecho a todos ellos un test de ADN para que puedan ser identificados, pero denuncia que el Kremlin no ha mostrado ningún interés por recuperar a sus héroes de guerra.