Riley Hart, de 2 años, fue ingresado durante cinco días en cuidados intensivos, tres de ellos en coma en un hospital de Plymouth, ciudad del condado de Devon (Inglaterra). Esta tragedia sucedió tras beber el líquido perfumado de un ambientador.
Según el medio Daily Mail, el aparato de aromas eléctrico de la marca Air Wick llamó la atención del bebé mientras jugaba, sacó una botella de recarga mientras su madre, Kerry Hobbs, de 27 años, se dio la vuelta. Después comenzó a beber el fluido y al instante comenzó a sufrir problemas respiratorios.
Tras la llegada del padre del menor, Dale, de 32 años, se percató de la situación y llamó a la ambulancia. El bebé fue llevado al hospital Derriford, en Plymouth y luego transferido al Hospital Infantil de Bristol, donde estuvo en coma inducido médicamente durante tres días.
"Casi perdimos nuestro mundo por esto y queremos que los padres sepan lo peligrosas que son estas cosas. Deberían prohibirse directamente". Subrayó la madre del menor al diario The Sun.
El padre, por su parte, calificó a su hijo como “pequeño luchador” e indicó que nunca dudó de él. “Sabía que saldría adelante, pero fue tan, tan aterrador”.
Ante la tragedia la empresa aseguro que están en “contacto cercano” con la familia para entender todos los detalles de lo ocurrido. Entretanto, ya abrieron una investigación para asegurarse “de que algo así no suceda en el futuro”.