Una niña de dos años, Louisiana-Brooke Dolan, murió por inhalación de humo en un trágico incendio de Lincolnshire (Reino Unido), donde se encontraba pasando las vacaciones junto a su familia. Así lo ha indicado la investigación que se abrió tras el suceso, ocurrido el pasado 23 de agosto.
Su madre, Natasha Broadley, y los tres hermanos de la pequeña lograron salir con vida. Los cuatro fueron dados de alta tras ser atendidos en un hospital. El cuerpo de Louisiana, natural de Newark-on-Trent (Inglaterra), fue identificado mediante pruebas de ADN.
Cuando el forense asistente de Lincolnshire, Paul Cooper, pidió que se proporcionara una causa de la muerte, Jacqui Foxlow, investigadora principal del incendio, agregó: "Tenemos una conclusión provisional como inhalación de los productos de la combustión, que está pendiente de toxicología".
El tribunal escuchó que más pruebas podrían tomar hasta dos meses y medio, aunque se espera un informe final en las próximas semanas.
Se ha lanzado una campaña en la página de GoFundMe, conocida como Tash, y a su familia después de la tragedia.
Tras la muerte de Louisiana, su abuela Donna Broadley publicó una serie de instantáneas desgarradoras de la radiante pequeña mientras disfrutaba de su tiempo en vacaciones.
Donna, afligida, aseguró que "nuestros corazones están rotos ya que 'wee wee' era nuestro bebé. Tash le dio todo, ella era su pierna derecha".