El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha defendido su inocencia en el arranque del juicio por corrupción que se ha celebrado este domingo en Jerusalén. Netanyahu, rodeado de algunos de los ministros del nuevo Ejecutivo, ha sido tajante al afirmar ante la opinión pública que desde el primer momento las investigaciones que rodean el caso no han sido imparciales y ha negado los cargos de soborno y fraude que pesan sobre él.
En opinión de Netanyahu, el juicio es un "intento de golpe de Estado" con "pruebas falsas" y "contra la voluntad del pueblo". "Os garantizo a todos que con vuestra ayuda, con ayuda de Dios, seguiré luchando. No les permitiré que nos derriben", ha afirmado en declaraciones a la prensa israelí antes de entrar en el Tribunal del Distrito de Jerusalén en el que se desarrolla el caso.
"Yo seguiré liderando el Estado de Israel", ha remachado en un discurso ante sus seguidores, concentrados ante el tribunal. "Vuestro increíble apoyo me calienta el corazón. Sé que el pueblo de Israel está conmigo", ha apuntado. Además, Netanyahu ha defendido para evitar "filtraciones" sobre el juicio que las sesiones sean retransmitidas por televisión, "sin editar, sin cortes".
Varios ministros y diputados de su partido, el Likud, han secundado a Netanyahu equipados con mascarillas: Amir Ohana, Israel Katz, Miri Regev, Yoav Gallant, Tzachi Hanegbi y David Amsalem. Ya con la sesión iniciada, el abogado defensor, Micha Fetman, ha pedido dos o tres meses más para preparar el caso.
El principal aliado de Netanyahu, el ministro de Defensa, 'Benny' Gantz, ha recordado por su parte que el primer ministro cuenta con la presunción de inocencia y ha defendido que habrá un juicio justo. "Tenemos plena confianza en el sistema judicial. En este momento, mas que nunca, como Estado y como sociedad, debemos buscar la unidad y la reconciliación por el bien del Estado de Israel y su pueblo", ha publicado en Twitter.
Sin embargo, desde la oposición, el líder del partido Yesh Atid, ha afirmado que su postura ante el juicio es la prueba definitiva de que no puede seguir siendo primer ministro. "La agresión salvaje y provocadora contra su juicio es la prueba definitiva de por que un imputado no puede seguir siendo primer ministro", ha subrayado.
Horas antes, Netanyahu celebró su primera reunión de gabinete con el nuevo gobierno solo unas horas antes de dirigirse a la corte. Ni él ni ninguno de sus ministros abordaron el inminente juicio, pero el ministro saliente de asuntos religiosos del país deseó a Netanyahu que "Dios revelará la verdad" en el proceso.
El más grave de los casos que pesan contra Netanyahu es el caso 4000, en el que hará frente a cargos por sobornos, fraude y violación de la confianza por impulsar regulaciones que beneficiaron al accionista mayoritario del grupo Bezeq, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura favorable del portal Walla. En el caso 1000, el primer ministro será imputado por fraude y violación de la confianza por recibir regalos ilícitos valorados en 700.000 shekels (cerca de 183.000 euros) a cambio de favores.
Por otra parte, en el caso 2000 ha sido imputado por fraude y violación de confianza por acordar con 'Yedioth Ahronoth' debilitar al diario de la competencia 'Israel Hayom' --favorable a Netanyahu-- a cambio de una cobertura más favorable al primer ministro en el primer medio.