Benjamín Netanyahu ha declarado el estado de emergencia en la ciudad de Lod, al sureste de Tel-Aviv, después de una escalada de la tensión y la violencia entre grupos judíos y musulmanes.
Las declaraciones de Netanyahu del Primer Ministro israelí se han producido después de que un ciudadano israelí de origen árabe haya muerto asesinado en medio de los disturbios y enfrentamientos de los últimos días.
El propio Netanyahu se ha desplazado a la zona, a pocos kilómetros al sur de la capital para hacer un llamamiento a la calma en un escenario que cada vez comienza a parecerse más a una nueva guerra entre palestinos e israelíes.
El alcalde de la localidad de Lod, Yair Revivo, habla ya en clave de guerra y pide movilizar a las tropas para asegurar la paz en el país. La ciudad, cuya población de 70.000 habitantes se divide en 47.000 judíos y 23.000 musulmanes, está siendo uno de los epicentros de los enfrentamientos de esta semana.
En las calles de Lod, activistas y simpatizantes de Hamás han protagonizado disturbios y enfrentamientos con la policía y grupos judíos. En Jerusalén, la situación es también desde hace días de extrema tensión y los bombardeos no cesan entre los grupos palestinos y el ejército israelí.
En un tono que acompaña la tensión vivida en la zona durante los últimos días, Yair Revivo ha comparado la situación con lo vivido en Alemania el 9 de noviembre de 1938 cuando miles de viviendas y negocios pertenecientes a ciudadanos judíos fueron saqueados y vandalizados por los nazis.
Los enfrentamientos se han recrudecido después de que el pasado viernes 7 de mayo la policía israelí entrara por la fuerza en la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén durante la conmemoración del Ramadán.
Desde entonces, la violencia y los ataques han alcanzado niveles que no se veían desde la última guerra y hace temer por una desestabilización de la zona que. desde hace décadas. vive un conflicto que todavía está lejos de resolverse.