{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Una joven británica ha dado a luz a trillizos idénticos, un extraño caso que se da solo cada 200 millones de embarazos. Los tres niños, Archie, Albie y Arthur, nacieron además de manera prematura, doce semanas antes de lo previsto, y los médicos advirtieron a la pareja que solo había un 40 por ciento de posibilidades de supervivencia.
Los pequeños pesaban alrededor de 2 libras (unos 900 gramos) y desarrollaron diferentes problemas de salud, como sepsis, ictericia y uno de ellos una hemorragia cerebral.
A pesar de todas las adversidades, los tres niños, que compartían la misma placenta, han salido adelante y ya se encuentran en casa con su familia. Sus padres, Ellie Dudfield, de 21 años, y Billy Revell, de 20, ya tenían una niña, Lola, de dos años. Ahora la pareja está acostumbrándose a su nueva vida con cuatro hijos.
El grupo de trillizos nació a mediados de este año, el 30 de junio, en la semana 28 de embarazo. La joven ya había sufrido un aborto espontáneo en noviembre de 2020. Por ello, temía mucho por la salud de sus pequeños.
Si ya de por si un caso de trillizos idénticos es suficientemente raro, además se da la peculiaridad de que al nacer, uno de ellos, Arthur, nació en su saco amniótico, algo que tampoco es habitual: ocurre en menos de uno de cada 80.000 nacimientos.
Los otros dos recién nacidos, Archie y Albie, tenían la presión arterial muy alta, por lo que necesitaron ventilación adicional. La historia se complicó aún más cuando estos dos pequeños tuvieron que ser trasladados para recibir su tratamiento a un hospital distinto al de su hermano Arthur: "Fue muy difícil tenerlos en hospitales separados y Lola en casa con nuestros padres", admite la joven a Mirror.
Los tres pequeños sufrieron además sepsis e ictericia. Archie tuvo una hemorragia en el pulmón, de la que se fue recuperando poco a poco.
Un comienzo de vida muy complicado para estos trillizos que afortunadamente, después de 12 semanas en el hospital, volvieron a casa. Ahora, aunque la llegada de los recién nacidos ha puesto patas arriba la vida de estos jóvenes, no pueden estar más contentos con su nueva vida.