Lauren se puso, como de costumbre, las lentillas, pero esta vez le ocurrió algo que no esperaba. Al despertarse sufría un dolor insoportable en el ojo, y era incapaz de abrirlo, según informó The Sun.
Al acudir al hospital por el grave dolor, le dijeron que tenía úlceras en los ojos. Sin embargo, las muestras de su ojo dieron positivo para la queratitis por Acanthamoeba, causada por un pequeño parásito encontrado en el agua. Además, en el hospital descubrió que estaba embarazada.
Es el parásito Acanthamoeba no suele tener grandes consecuencias, pero si se sufre una complicación puede hacer que este parásito prolifere y quede atrapado entre la lentilla y el ojo.
No es el primer caso en que este parásito complica la vida a alguien, hace un año una mujer se quedó ciega por la misma bacteria. Por suerte para Lauren, con el tratamiento que se le aplicó a los 6 meses logró curarse del todo, y su bebé no sufrío ningún daño.