Por megafonía y puerta por puerta avisan en algunas localidades chinas a sus habitantes para que no salgan de casa. Ya son más de 17.000 los afectados por el coronavirus. Hoy comenzará a funcionar el hospital que se ha construido en tan solo 10 días. Mientras, Estados Unidos cierra la puerta a todos los viajeros que hayan estado en China.
Llevan diez días trabajando sin descanso para hoy, por fin, poder abrir las puertas del hospital de Wuhan hecho en 10 días. 1.400 médicos, la mayoría militares, trabajaran aquí para atender a los miles de contagiados que cada día llegan a los centros de salud chinos. Algunos, en muy malas condiciones.
En las calles, hay avisos por megafonía de las medidas de seguridad e higiene a seguir y desinfecciones por todas partes.
En el transporte público y en edificios, especialmente en los que vivían los fallecidos por el coronavirus en Hong Kong.
Más de 17.000 personas han sido contagiadas y las cifras siguen multiplicándose. La epidemia ha dejado más de un centenar de muertos solo durante este fin de semana y ya son 362 los fallecidos, uno de ellos en Manila. La capital filipina ha registrado la primera muerte por el virus fuera de China.
Esta víctima, un hombre de 44 años, procedía de la ciudad de Wuhan, epicentro de la enfermedad. La confirmación de su muerte llegaba justo después de que el país cerrara su espacio aéreo a todos los vuelos procedentes de territorio chino, medida que han seguido Nueva Zelanda, Italia y otra decena de países.
En Indonesia, los que regresan a casa son desinfectados en la escalerilla del avión porque el coronavirus ya ha saltado todas las fronteras. Hay 148 casos confirmados fuera de China, 23 de ellos en Europa, la mayoría en Francia y Alemania. En España hay un alemán contagiado en La Gomera y varias personas de su entorno en cuarentena.