Un hombre a bordo de un avión que trazaba la ruta de Orlando a Los Ángeles, en Estados Unidos, ha muerto por coronavirus. El pasajero aseguró que no estaba contagiado para poder viajar en el avión pero sus síntomas empeoraron hasta tal punto que el piloto tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia para que el hombre fuese atendido.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes, cuando el avión, con casi 200 personas a bordo, tuvo que realizar una parada de emergencia en Nueva Orleans ante la gravedad de la situación. El estado de salud de la víctima empeoró de tal forma que tuvieron que realizarle maniobras de reanimación en pleno vuelo. Tres personas se iban turnando para tratar de mantener con vida al hombre.
Al aterrizar, los médicos le atendieron y trasladaron al hospital mientras continuaban con las maniobras de reanimación, pero no pudieron hacer nada y finalmente en el hospital se confirmó su fallecimiento, según recoge TMZ.
A pesar de que el hombre había asegurado que no estaba contagiado, testigos del avión aseguran que su mujer confesó que su marido sí que estaba enfermo y que tenía síntomas comunes como la pérdida del gusto y del olfato.
Ahora, las autoridades están localizando a las 179 personas que viajaban a bordo del avión para controlar sus movimientos y evitar un posible brote de coronavirus.
El recientemente elegido nuevo presidente y consejero delegado de Vueling, Marco Sansavini, ha señalado que la compañía aérea se compromete a devolver el importe de los billetes a todos aquellos pasajeros afectados en los últimos meses por la suspensión de vuelos a causa de la COVID-19.
En una entrevista con TV3, el ejecutivo italiano ha pedido disculpas a los clientes de la compañía que "hayan podido tener inconvenientes en relación a esta situación" y ha aseverado que todas aquellas personas que, según la legislación, "tengan derecho a reembolso, Vueling tiene el compromiso absoluto de reembolsar".
No ha obviado que la aerolínea hasta ahora no lo ha hecho "con la celeridad que normalmente teníamos anteriormente, simplemente por el número de situaciones que hemos tenido que gestionar".
Partidario de que los viajeros puedan volar después de pasar un test de antígenos, ha insistido en que viajar en avión es seguro, aunque "no tenemos una posición por la que imponer o definir automáticamente medidas para los pasajeros que no sean las que se aplican en toda la industria".
A la vez, ha informado de que en el período navideño, Vueling pasará de los 500 vuelos semanales actuales a 1.500 a unos 165 destinos.